sábado, 5 de noviembre de 2011

Viaje



Cuando el tiempo no tenía aún certeza
y la nieve hilaba su rostro bisiesto,
viajar en el ala de un día era un asombro.
Me vencía la noche y su inmanencia,
su prisa de corola y su banquete.
Y los ríos se anunciaban verticales
con los cuerpos enteros, las maderas
sin permiso y el sexo veloz como promesa.

Hoy sueño con los que no están y fueron,
con los que están y no son.
Todavía me quema aquel enigma
de saber si somos, tan solo,
la locura pertinente
de ese tiempo que no espera.



6 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Me gusta Eloy, me gusta mucho.

Donde dice "ya los ríos", no sería "y los ríos"?...

Beso enorme. *Soco

leolo dijo...

Gracias Soco, también por la sugerencia. Creo que lo voy a cambiar.

Y otro besoenorme para ti.

sarco lange dijo...

Somos lo mismo que un enjambre de llantos.

Unknown dijo...

Me gusta, y mucho, Eloy, un viaje a través de la duda desde el primer verso (el tiempo sin certeza) que se concluye en la locura pertinente del tiempo que no espera, y me da esa sensación de un ciclo continuo... como la vida misma.
Enhorabuena y abrazos.
Leo

Sara Royo dijo...

Me gustan tus poemas, y este, especialmente.
Besicos.

Isabel Expósito dijo...

Me embarco en este viaje contigo, disfruto cada verso, toco cada palabra, cada imagen, intuyo, me acerco al núcleo del que partió, me pierdo en esa prisa de corola y aquí estoy, añorando también aquel tiempo donde todo era asombro. Un abrazo, poeta.