domingo, 29 de diciembre de 2013

Ciudad desidia





Bajo un cielo sol de cañas y albedrío barato
entre el asfalto herido beatos bueyes en ángulo llano
vislumbran el mar donde la ensenada clama por una mancha
luces de estruendo llama adormecida teclea la torre telúrica
semiurbana desterrada en extrarradio
lejos y al lado del no sueño el estrabismo colectivo anteojeras exquisitas
servidas por cacique climatizado serviles sin sentencia.

En mi tierra definitiva el presente es un hábil cortafuegos
se detectan manos que lavan su piel demasiado a menudo
untan sus sienes con una capa antiadherente que evite el rojo con soltura
de cienmilveces masa de dos por dos consolidado
panorama insípido sin ansia de barcos como lluvia en mar
solo una extensión de puerto hasta el vómito comestible
una cuasiurbe de plomo vacía de sangre que se inflame
tierra exquisita mi lugar rancio azahar y monopolio
de gentes que pasan y no miran gárgolas que les escupen.

En lugar de río una plataforma intercambiable
tiene la ciudad que me patea y reza satisfecha en sus estigmas
conozco las virutas de su estirpe sucia en mareas de meses oscuros
pocas palabras escritas en una cita que desliza repeticiones
contenedores sitiados por basura selectiva ineficaz y diletante
como los pisos vacíos abstractos no lugares de paredes de aire
solares de la nada donde duermen los pájaros sucios
de mi ciudad atónita mi ciudad pisapapeles
hospital de guardia para habitantes perplejos.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Poetas de guardia: David Franco Monthiel



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LOS QUE SE ALCANTARILLAN CUANDO LAS
RATAS VENCEN,

aquellos que no oyen la sintonía
de angustia en cada ebria multitud.
Los que creen que el hambriento
sólo piden pan.
Aquellos que eligen su mordaza
amparados en el no tengo nada que decir
y en los hijos de la violencia legal.
Los que nos anudan corbatas
como nudos corredizos.
Aquellos que al restallar del látigo
se convierten en barrotes de nuestra jaula.
Los que no ven más allá del fin de la Historia
ni del fin de semana. Aquellos que malversan
bienroban y mejorviven.
Son los que exigirán que caiga sobre nosotros
el estruendo diario de la muerte
que se pasea en silencio por los despachos,
las celdas y las aulas.
Son los que desean barrer nuestras cenizas
bajo la alfombra roja de los palacios.





IN GIRUM IMUS NOCTE ET CONSUMIMUR IGNI

Hemos venido para no hacernos los sordos
para golpear desde la palabra
para continuar en pie amándonos
para mirar el rostro de la muerte
y seguir soñando seguir viviendo.
Hemos venido para no regresar
para despertarnos en el paso adelante
y ser cada día un único cuerpo
que desea una luz en carne viva
un verbo de plural desinencia.
Hemos venido para cambiar la vida
Nuestro terror es suave caricia
en sombrío tiempo de mordaces bozales.
Hemos venido para formar parte
para ser poema, para ser trabajo
hemos venido para esperanzarnos
para vivir de nuestras manos
para tener un nombre sin fiebres
deudoras o vómitos mensuales
para ser grito o cuchilla
que desentierre las podridas raíces.
Hemos venido para ser feroces
a pesar de mandíbulas y de segundos despojados
a pesar de domingos asignados a la muerte
Hemos venido para preguntarnos
para vivir a la intemperie
para ser un instante incómodo
en el tiempo pasajero de los ladrones.






LAVORO NERO, V

No es que ellos tensen la cuerda,
los nudos de hierro.
Sucede
que tú aflojas
Y aflojas.
Y no dejas de aflojar
Y ellos la van recogiendo.


DAVID FRANCO MONTHIEL



jueves, 19 de diciembre de 2013

Nuestros hijos



Nos dicen
que debemos hacernos a la idea
de que nuestro hijos
van a llevar una vida
peor que la nuestra.

Ellos
lo dicen
porque sus hijos y los nuestros
nunca intercambiarán aullidos
en la cola del inem
ni cruzarán miradas asustadas
en las largas horas de espera
en urgencias
del hospital público.
Sus hijos no se sentarán
en el asfalto aún caliente
ni temerán el golpe de porra
mientras los nuestros
recorren perplejos
ese pedazo de vida
que les silencia
y les excluye.



lunes, 16 de diciembre de 2013

Me llamo Eloy



Me llamo Eloy

y voy perdiendo letras

en cada despedida.


Me llamo Eloy



y mi madre no lo sabe


jueves, 12 de diciembre de 2013

3 poetas astrolabio en Librería Primado




Este sábado 14 en la Librería Primado de Valencia desde las 19:00, estaré recitando junto a Giovanni Collazos (que presenta "Contra la niebla") y Eva R. Picazo (con su "Donde la lluvia").

Y luego, después de la cena, a partir de las 22:00, repetimos. Será en el Café Pub El Volander (C/ Poeta Navarro Cabanes, 25, 46018 Valencia.






lunes, 9 de diciembre de 2013

Nos tienen miedo




(Nos) tienen miedo
miedo a nuestro miedo.

La red es ancha
la ley
una camisa de fuerza
eufemismo sin careta

loquenosevenoexiste
loquenosevenoexiste
loquenosevenoexiste

Amurallados
Acuchillados
Anestesiados

Reprimir el síntoma

En la calle
todos somos enemigos.


miércoles, 4 de diciembre de 2013

La edad media.



El patio moteado de hormigas voladoras
sus alas desprovistas de instinto
enuncian el líquido que ha de venir
dice la mujer amarillo
de manos como anzuelos.

En los montes que circundan
mi soledad una amenaza
casi inaudible desde el lugar
de la tierra húmeda.
Los versos
más abajo
a la altura de un tobillo
no cejan en ver
las nubes como nieve que repta
hacia el respiro.

La paradoja reside
en mi andar errabundo
sobre baldosas huecas
un jersey verde pistacho
con una gran margarita en el centro
para un domingo sin rayas
en un cuerpo demediado
que asiste al embozo
desde el borde de una década.


domingo, 1 de diciembre de 2013

Poetas de guardia: Ana Pérez Cañamares





Soy lista como un ángel
los segundos previos
a escribir el poema.

En el poema soy prudente:
cada verso un tablón
para cruzar el abismo.

Lejos del poema soy torpe
y los recuerdos no traen sabiduría
sino imágenes talladas en granito.

No vuelo, ni ando, ni me hundo.
Escribo palabras como barandillas.
Me asomo desde ellas y no me caigo.


……………….



Ahora lo entiendo. Por mucho
que haga garabatos en la agenda
la vida tiene sus propios planes.

Yo propongo bocetos.
La vida pinta cuadros.
Solo ella tiene todos los colores.



………………..



Anoche me dicté
el mejor poema del mundo.

Era una nana
un manifiesto
un discurso de bienvenida
un homenaje
una canción de amor
un réquiem
el pistoletazo de salida
para la revolución.

Era capaz de aniquilar
en un verso
y de resucitar
en el siguiente.

Pero olvidé escribirlo
y ahora soy la misma persona
escribiendo sobre la impotencia.


…………………..



Ahora los árboles están
en las casas de los ricos.
Como antaño estuvieron
en los patios de mis padres
en los huertos de mis abuelos.

Pero los ricos no conocen
los nombres de los árboles.

De nada sirve encerrar
lo que no nos habla.
Solo poseemos aquello
que nombramos.
Solo nos posee aquello
que escucha su nombre
en nuestra voz.


ANA PEREZ CAÑAMARES
Las sumas y los restos
Devenir el otro, 2013