miércoles, 1 de diciembre de 2010

tan blanco

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blanco lívido aséptico
que hinca su palidez blancura
en los iris de los ojos
que miran con mansa
servidumbre las paredes
donde cuelgan los cuadros
que exhiben
impúdicamente
todas las variantes
cromáticas del blanco
desde el blanco tímido
inseguro de hospital
hasta el antártico blanco
de triunfal colada
y yo en la sala
de espera abotargado
por el blanco aletargado
esperando en blanco
con los ojos en blanco
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6 comentarios:

Scotty dijo...

Eloy, muy bueno!. Espero que la historia sugerida tenga un feliz resultado y el blanco se convierta pra el personaje un una paleta de colores luminosos.

Un cordial saludo.

maravillas dijo...

Dar en el blanco es hacer diana. Y así amanece cada día, con ese albor blanco, preludio, inmaculado, de la alborada. Cada día nos trae su nueva paleta de colores en la mirada.

Amelia Díaz dijo...

Me ha gustado la etiqueta ...jajajajja...
Sí es un poema excéntricamente blanco, pero que me lleva por igual a blancos que aborrezco como a blancos esperanzadores.

Un beso, Eloy querido.

Odile dijo...

El blanco de una sala de espera es frío. Eso es lo que he sentido al leerte.

Un excéntrico beso blanco como la nieve

Begoña Leonardo dijo...

Cuántos blancos...
A mi el blanco puro me asusta.

Besitos de colores.

Laura Caro Pardo dijo...

Yo también prefiero los colores. Nunca fui capaz de dejar la mente en blanco, ni un folio en blanco, ni la nieve pura y blanca sin huellas.
Un abrazo de colores para ti.