miércoles, 29 de septiembre de 2010

átomos

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ellos nunca supieron
ellos nunca supieron de la furtiva humedad de una lágrima
de la inmensa energía que desprenden dos cuerpos
cuando sus átomos entrecruzan confidencias

no fue retratada su última confianza
por sus cámaras negras de provincia sumisa
tuvieron las máscaras afiladas en la feroz sonrisa
ignorantes que no vieron más allá de su sombra respectiva
.
quedaron rotos los espejos tras la triste vigilia
de unos ojos incapaces de andar ciegos de la mano de los peces
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martes, 28 de septiembre de 2010

viernes, 24 de septiembre de 2010

Petición de baja.

Yo me aparto
me quedo en la cuneta del camino estéril.

Que no vengan a buscarme
los de corbata de lunes a domingo
que yo no quiero
jugar al juego
que todos juegan.

Me quedo con mi amor austero
las páginas impares de los libros
los días de permiso entre semana
mi agujero cómplice de azahar y cielo.

Me borro de ciudadano
os devuelvo la careta.


martes, 21 de septiembre de 2010

pequeñas soledades diurnas




esta soledad no es una llama
es el tiempo que insolente se derrama
en atributos y estancias
y nos ata y nos lleva
hacia angustias paralelas
que en oscuros parajes nos reclaman
.
esta soledad no es un aviso
es el tiempo que se cuela indolente sin permiso
entre las páginas inmensas del hastío
y nos recluye y nos destruye
con agrio sabor de bélica rutina
que nos transforma en anónimos refugiados
.
abres la puerta
nuestras soledades se encuentran
y el tiempo se diluye, se estira, se suicida
.
mi boca, tu boca
mis manos, las tuyas
el calor que desprenden los cuerpos
cuando deciden amarse a contratiempo
me salvo, te salvas
en esta soledad, la nuestra, tan bienvenida
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,

domingo, 19 de septiembre de 2010

Blogueando: Torrencial, de Carlos Casellas.

Traías tanta lluvia entre las manos,
llovías de tal modo,
que antiguos medidores de tormentas
salieron de su cauce sin retorno;
algunos comerciantes oportunos,
hicieron en abril su mes de agosto,
exportando paraguas de la China
a precios irrisorios.

Eras toda diluvio y diluviabas
con sed de rosa nueva
por el mudo paisaje del otoño,
a porfías de lluvia y empapada
de líquida tristeza,
desde el terco torrente de tus ojos.



Carlos Casellas

miércoles, 15 de septiembre de 2010

intitulado




cenefas de lluvia en la estación dorada
un corazón de lápiz pintado en un fósil corazón
.
trenes como disparos
suicidios como oficinas
ángeles como balas
cruzando sin miradas por las vías limpias del dolor
.
el amor en las esquinas deja posos en los vasos
y disuelve sus espinas en la borra del café
.
dos lágrimas en el mar flotan nerviosas
un suspiro es oxígeno y se incorpora
a la atmósfera insondable de los secretos
.
los latidos se aceleran ante el rapto otoñal de las metrópolis
solitarios, discontinuos, arrítmicos y raros
son tres estrellas las que oponen su luz a los neones
.
duele el dolor donde no hay sueño ni olvido
las horas ignoran la muerte del reloj
.
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.
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domingo, 12 de septiembre de 2010

Dentro.




Dentro de tí
no soy nada

tu boca asesina me atrapa de fresa,
melòn y champagne en la boca perversa

y me hundo
y me voy
y deslizo
y resbalo
y así
muy bien

y regreso,
un niño
perdido
en un bosque soy,
hoy
no es septiembre,
ni domingo,
ni verano.

Dentro de tí
no existo,
soy tí,
me vierto en espumas
tu boca me abrasa.


viernes, 10 de septiembre de 2010

septiembre

todo
otra vez

la luz,
diáfana,
pintando las lomas
de azules y septiembre

todo calma, todo breve,
mar anestesiado y leve,
horizonte horizontal,
dulces curvas en los mapas
de femenino viernes


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Carta sin despedida, de Angel González.

A veces,
mi egoísmo me llena
de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin remedio,
mi querido hermano y parigual en la desgracia.

A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo distinta.
Ni en corazón ni en alma te pareces
a la que amaba sólo hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible y por lejano.
Pero el odio también me modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes, yo te reconozco,
identifico tu perfil primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como sigues
siendo,
como serás ya siempre, mientras te ame.

Angel González

domingo, 5 de septiembre de 2010

egoísta


yo sé muy bien lo que tú no sabes ... de mí, de tí, de nosotros

yo soy un matiz, un absurdo desliz, un ronquido infeliz en tu sueño desdoblado

yo, adalid del silencio,
yo, confiado en las manos y las alas
yo, maquiavélico, yo cínico amante,
yo, siempre dos pasos por encima del nivel... de la rutina

yo que duermo las distancias con ocres simulacros
yo que moldeo los lindes de tu singular anatomía
yo que me pierdo en los días largos, los del camino seguro
yo que soy, que fui, que iré, que ví
yo paralelo a la línea de tu vertical origen
yo rehén del mar y de tus ojos grises

yo buscando, equivocado, en la cocina, caracolas y nubes
yo, paciente en la sombra, yo desmedido en la lucha
yo, allí, sin saber, siempre, queriendo
yo, corazón y coraza, yo roca, yo llama

yo encima, yo detrás
yo enmedio, yo debajo
yo de frente, yo delante
yo al instante
si me llamas

miércoles, 1 de septiembre de 2010

enredadera

hay días en que la rabia se me enreda en las sandalias
y trepa con inquina, asesina enredadera
de veranos y lujurias

hay noches que ganan al día su sustento de luz
un subterráneo rencor de ignoto origen
que rompe las ventanas y las flores

días de color hostil y extraña envergadura
inmunes al perdon, enemigos del tequiero
que reptan con holgura entre mi furia desmedida
y el inesperado fulgor que desprenden tus ojos cuando dices:

¡Vete!
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