martes, 11 de enero de 2011

en días como éstos

.
el olor a sal, y a mar,
las pisadas en la arena,
las últimas gaviotas
que dejaron de ser aves
para servir de fondo en las fotos,
sus pasos, la playa, las horas
¡corre!
.
un sabor agrio al verter
el desayuno en las tazas,
un presagio, un malestar
en las rodillas, los mínimos golpes,
el dolor de las últimas cosas
que no se pudieron hacer
¡vete!
.
el futuro en los mapas,
paradojas en los trenes,
el inverso tic tac de los relojes,
cuenta atrás hacia la hora
de la verdad más incierta,
la mirada se hace acuática
¡vive!
.
esas horas blancas que en la noche
son vísceras, son folios, son fonemas,
los silencios que no suman,
los pentagramas sin notas
y un frío antiguo en los pies
a la hora de la siesta
¡sueña!
.
.
.

5 comentarios:

Amelia Díaz dijo...

Ese frío antiguo en los pies, me ha calado hasta el alma, Eloy.

Menudo pedazo de poema, niño.

Y veo que ya has encontrado a los Poetas sin sofá.
Bienvenido.

Besos enormes!

Luisa Navarrete dijo...

y sobretodo sueña !!!

besos

Meri Pas Blanquer dijo...

Sabores agrios pueblan tu poema, no hay relojes en marcha, el tiempo queda interrumpido ahora.

Me gusta, un placer.

María Socorro Luis dijo...

Muy bueno. Cada una de las estrofas, encierra un significado...
Juntas forman un mosaico completo y definitivo.

Enhorabuena. Ta muxus

Unknown dijo...

cuatro piezas de un mosaico bien ensambladas.
Saludos.
Leo