domingo, 18 de julio de 2010

Geografías del desamor (I).

Hablaron, sí, hablaron,
la noche se incendió de preguntas,
los antiguos monosílabos encallados
se tornaron torrentera de reproches
y un rumor de adiós y hacia adelante
en sus labios de mujer de aire
fueron para él la señal que quebraba el camino
del que no se puede regresar.

6 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

En la descripción gráfica del desamor, existe (también) la palabra irremediable.

Muxus.

Unknown dijo...

Cuántas veces los silencios presagian ausencias. El desamor anda al acecho y pasa quedamente.
Hermoso texto, compañero!

Sara Royo dijo...

Una ruptura tan triste y qué bonita la haces.

Jose Zúñiga dijo...

Si alguna vez pregunto, calla, calla. Y así la geografía no tendrá que aprenderse en los adioses y se armará en los cuerpos.
A veces hay remedio...

Anónimo dijo...

Qué decirte, el desamor es uno de los riesgos que asumimos cuando damos todo por quien amamos.

Saludos

mayde molina dijo...

Y en esa geografía del desamor, se crece cuando se llora, y se cierra el silencio de la herida, para sembrarnos quizás mañana, de nuevo tiernas la esperanzas de que el amor vuelva a acariciarnos en tierra limpia…