lunes, 1 de noviembre de 2010

Insomnio (y II).

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En mi amoroso insomnio
te imagino aletargada.

Duelen las horas como heridas
blancas, duele la ausencia
duele la vida.
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Tú, toda luz, me amaneces
me vives, me duermes, me existes,
y la lluvia es feliz aventura en la ventana,
el limonero cándido y la torre sin reloj
saludan las costuras de mi espera.
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Y hasta el insomnio azaroso es sólo un pliegue,
un ritual, tendido y leve,
una piedra infeliz en mi zapato
que quiere ser una más
de las fieles superficies que tú pisas.
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5 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Muy muy hermoso. La tercera estrofa especialmente, es una maravilla.

Muxusss

mayde molina dijo...

"Me vives, me duermes, me existes"... bendito Ser
que te hace sentir y ser y escribir así.
Es un poema lindísimo, querido Eloy

Besos y feliz estreno de noviembre

Eva Márquez dijo...

Ya quisiera para mí un insomnio como ese!! precioso Eloy, dejas mis palabras sin esquinas ni reductos,
un beso

maravillas dijo...

"Duelen las horas como heridas", pero son muchos los versos que aquí destacaría, sin perder ese "Tú, toda luz, me amaneces". Y sí, así también la siento, como una poesía: "y la lluvia es feliz aventura en la ventana". Volveré, Eloy ¡cómo no! Y gracias por leerme y dejar unas palabras de ánimo. Abrazos, siempre.

Amelia Díaz dijo...

Esa lluvia tras los cristales, al lado de la persona amada, puede ser la música más bella.

Qué hermoso escribes, Eloy.

Es un placer y un honor compartir poesía contigo.

Un beso!!!