lunes, 8 de febrero de 2010

la luna deportada



Una noche, antes de cenar, bajé a la calle, a capturar la luna con mi cámara. La luz del crepúsculo azul era optimista y hasta la cansada luz anaranjada de las farolas parecía ocultar en su destello una promesa.

Ahora, en mi desobediente ordenador, tengo la luna de portada.

























1 comentario:

Desconcierto dijo...

preciosa la luna jugando
con la luz de un farola
y las ramas de un árbol