martes, 5 de febrero de 2013

Qué hago ahora yo aquí?



Estamos.
 
Nos duelen las piernas
si subimos escaleras.
Una deriva difusa
nos borra las huellas
y como animales perdidos
difuminamos el paso
cuando las horas aprietan
y el caos
se resiste a sucumbir.

Tanta Historia enajenada
tanta duda y otra vez
una pregunta
que enlentece el movimiento
vacía las manos
y ciega las válvulas
hasta el vértigo.

Hemos
gritado esta vez
en un tono mayor
como calculando el daño
pero no juntos
levantando una vertiente
que erosiona.

Pantallas planas para todos
raciones de miedo a domicilio
mientras miran a otro lado.
Pero aquí
perros de lluvia
sin instinto
espinas como clavos
en el encuentro.
Estamos.
 

2 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Hace unos días, un conocido me preguntó, ¿qué tal? Estamos, le contesté. Y me dijo: "Pues no creas, es importante, es muy importante".
Ahora sé mejor qué queríamos decir ambos.

María Socorro Luis dijo...


He llegado a leerlo muy tarde pero me parece un poema genial.

Estamos, pero no todos. Todavía.

Abrazo.