lunes, 25 de febrero de 2013

Poetas de guardia: Canto a nuestra posición, de Roque Dalton


A Otto René Castillo 

Nos preguntan los poetas de aterradores bigotes, 
los académicos polvorientos, afines de las arañas, 
los nuevos escritores asalariados, 
que suspiran porque la metafísica de los caracoles 
les cubra la impudicia: 
¿Qué hacéis vosotros de nuestra poesía azucarada y virgen? 
¿Qué, del suspiro atroz y los cisnes purísimos? 
¿Qué, de la rosa solitaria, del abstracto viento? 
¿En qué grupo os clasificaremos? 
¿En qué lugar os encasillaremos? 
Y no decimos nada. 
Y no decimos nada. 
Y no decimos nada. 
Porque aunque no digamos nada, 
los poetas de hoy estamos en un lugar exacto: 
estamos 
en el lugar en que se nos obliga 
a establecer el grito. 
(Ah, como me dan risa los antiguos poetas 
empecinados en vendarse los ojos 
y en embadurnar de pétalos y de pajarillos famélicos 
la giba del dolor anonadante 
que se encarama sólida 
encima del hombro positivo universal 
desde el primer amanecer y el primer viento, 
y que se olvidaron del hombre) 
Estamos 
en el lugar exacto que la noche precisa 
para ascender al alba. 
(Muchos poetas inclinaron sus insomnios antiguos 
sobre la fácil almohada azul de la tristeza. 
Construyeron ciudades y astros y universos 
sobre la anatomía mediocre 
de un nido de muñecas cristalinas 
y exiliaron la voz elemental 
hasta planos altísimos, desnudos 
de la raíz vital y la esperanza. 
Pero se olvidaron del hombre.) 
Estamos 
en el lugar donde se gesta definitivamente 
la alegría total que se atará a la tierra. 
(Ay, poetas, 
¿Cómo pudisteis cantar infamemente 
a las abstractas rosas y a la luna bruñida 
cuando se caminaba paralelamente al litoral del hambre 
y se sentía el alma sepultada 
bajo un volcán de látigos y cárceles, 
de patrones borrachos y gangrenas 
y oscuros desperdicios de vida sin estrellas? 
Gritasteis alegría 
sobre un hacinamiento de cadáveres, 
cantasteis al plumaje regalón 
y las ciudades ciegas, 
a toda suerte de tísicas amantes; 
Pero os olvidasteis del hombre). 
Estamos 
en el lugar donde comienza el astillero 
que va a inundar los mares con sonrisas lanzadas. 

(Ay, poetas que os olvidasteis del hombre, 
que os olvidasteis 
de lo que duelen los calcetines rotos, 
que os olvidasteis 
del final de los meses de los inquilinos, 
que os olvidasteis 
del proletario que se quedó en una esquina 
con un bostezo eterno inacabado, 
lleno de balas y sin sangre, 
lleno de hormigas y definitivamente sin pan, 
que os olvidasteis 
de los niños enfermos sin juguetes, 
que os olvidasteis 
del modo de tragar de las más negras minas, 
que os olvidasteis 
de la noche de estreno de las prostitutas, 
que os olvidasteis de los choferes de taxi vertiginosos, 
de los ferrocarrileros 
de los obreros de los andamios, 
de las represiones asesinantes 
contra el que pide pan 
para que no se le mueran de tedio 
los dientes en la boca, 
que os olvidasteis 
de todos los esclavos del mundo, 
ay, poetas, 
¡como me duelen 
vuestras estaturas inútiles!) 

Estamos en el lugar en que se encuentra el hombre. 
Estamos en el lugar en que se asesina al hombre, 
en el lugar 
en que los pozos más negros se sumergen en el hombre. 
Estamos con el hombre 
porque antes muchísimo antes que poetas 
somos hombres. 
Estamos con el pueblo, 
porque antes, muchísimo antes que cotorros alimentados 
somos pueblo. 
Estamos con una rosa roja entre las manos 
arrancada del pecho para ofrecerla al hombre! 
¡Estamos con una rosa roja entre las manos 
arrancada del pecho para ofrecerla al hombre! 
¡Estamos con una rosa roja entre las manos 
arrancada del pecho para ofrecerla al Pueblo! 
¡Estamos con una rosa roja entre las manos 
arrancada del pecho para ofrecerla al Pueblo! 

Roque Dalton

3 comentarios:

Tomás Rivero dijo...

Roque Dalton. Poeta. Miembro del grupo guerrillero salvadoreño, ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo) que más tarde formaría parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue asesinado por sus propios compañeros de guerrilla bajo la acusación de ser un agente de la CIA. Evidentemente era totalmente falso.

Después de mucho leer sobre la obra de este gran poeta, puedo decir que Roque Dalton sufrió la incomprensión de sus compañeros. Como la sufrimos algunos en la actualidad, aunque no tengamos compañeros. Y eso que los poetas de hoy en día les ha dado por parecerse más a la farándula pequeño burguesa que al pueblo.

Decir también por otra parte, que hay muchas poderosas razones para asegurar, que efectivamente hay muchos poetas de los saraos, que cobran sobre sueldos de la CIA.

Abrazos.

omar enletrasarte dijo...

no lo sé Eloy, no lo sé
.
creo que poetas del hombre y del pueblo sobran en el pasado, creo que también sobrarán en el presente y los habrá de futuro ¿porqué? porque muchos, muchísimos poetas salen de las filas del pueblo (en el sentido humano del concepto pueblo)
.
por eso, leyendo a Dalton, me quedo sin saber si se refería a todos los poetas, a los poetas de su tierra, a los clásicos, no lo sé

omar enletrasarte dijo...

no lo sé Eloy, no lo sé
.
creo que poetas del hombre y del pueblo sobran en el pasado, creo que también sobrarán en el presente y los habrá de futuro ¿porqué? porque muchos, muchísimos poetas salen de las filas del pueblo (en el sentido humano del concepto pueblo)
.
por eso, leyendo a Dalton, me quedo sin saber si se refería a todos los poetas, a los poetas de su tierra, a los clásicos, no lo sé