Mi
padre insultaba a los políticos cada vez que veía sus rostros en la pantalla del televisor de 20 pulgadas conectado en la salita del primero primera.
Cuando dejó de hacerlo y se dedicó a ver en silencio els bous al carrer en las televisiones locales comprendí que la demencia vascular había ganado el pulso y no habría partido de vuelta tras aquella derrota.
(* Fiestas de toros en la calle muy populares en
los pueblo de la
Comunidad Valenciana)
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