martes, 28 de febrero de 2012
El poema que escribo
El poema que escribo
se enzarza en las esquinas,
con ira costurera
gruñe su condición disidente
ajeno a los modismos
a los pies de la manada.
Necesita afirmarse
tangente al diccionario,
intruso explorador
de verbo desnortado
que aplaca mi voraz
hueco de amarres.
Arden los lápices
y el poema me escribe
me versa libre me arranca
cuotas de vientos, vestigios
de cordura, palabras
que no poseo
y me llegan
como lluvia en campo arado.
Yo me dejo nadar
por sus mares insurgentes
su porvenir insólito, su hechizo
de ahora y hasta aquí.
El poema que escribo
quiere ser calle y grito
pero se enreda en las órbitas
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5 comentarios:
ay, dios mío, Eloy, cómo me ha llegado..te estira y se enrolla en el propio torbellino, ¡me siento escribiendo el poema!, es así, ¡es así!..me da igual que hablen de que si metapoética sí o metapoética no, es muy necesaria, porque también para las personas que no escriben poesía les "explica" lo que es escribirlo, ayuda a bajar del pedestal al poeta, que no al poema. Es sólo el Arte el que debe estar en el pedestal.
me ha encantado..ya puedes imaginar..aparte, ya te comentaré algo por privado.
Un beso enorme
Genial Eloy, tiene una fuerza increible!
Bs
Gracias, Sofía, yo, como nunca estuve en un pedestal, la única ayuda que necesitaría sería para subirme a él y mira que la posía da para muy pocas alturas.
Gracias, Danann, y bienvenida a estas lágrimas tan dulces
Poema para leer en mi terraza mirando el mar, las olas, las flores, la luz.
Yo me dejo nadar
por sus mares insurgentes
su porvenir insólito...
Un vino y un abrazo, también le vienen bien al poema, por su ira costurera que gruñe los modismos.
Un abrazo, al poeta. Muy bueno tu poema de hoy.
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