martes, 23 de febrero de 2016

Recuerdo de ti




Como este sueño postrero
en el tiempo en que la gente se apresura
es mi recuerdo de ti:
una casa ancha y destartalada
justo en el extremo
de un monumento público visitado
por decenas o cientos de turistas.


Yo vuelvo allí
en cada luna crecida
reviso papeles
cuentas de mi infancia
salgo al balcón de los juegos
una pareja se besa
en un balcón más reciente.

No les dejo pasar. No son
viajeros de mi vida, tan solo
turistas provisionales que no ven
el frío en las grietas, los surcos
atravesando pómulos y estancias.


Pero el sueño está provisto
de una extraña capa adherente
que se posa en mis poros y no puedo
cerrar los pestillos con firmeza.


Ahora estamos siendo vistos
por una baraja de cartas sin rostro ni memoria.
Nos piden definir las emociones
trocear el sentimiento como si fuese una pularda
preñada de vino y sombra de ojos.


Así es el color de toda pérdida:
una pregunta que es en sí misma un imposible
un abrazo en el que nos faltan las manos
el agua o un reptil surcando enigmas
un sueño que me llena los ojos de marea.