Y que el atardecer bastaba,
su color de dársena sedienta,
su apatía reptando tras los últimos ventanales
de la ciudad que aspira
y reclama
que no todo está perdido.
Ese color fue un desierto lívido,
un espacio de sopor sin banderas quemadas
en la hora justa del sortilegio a jirones,
cuando la noche es apenas un manto
esperando sucumbir.
Que suene entonces la música candente.
Que las playas sean albinas y los cuerpos jubilosos
panes de la tierra,
y la utopía los roce,
y los toque,
y los palpe,
y los estruje,
y los manche hasta el útero,
sedienta de su rugir enajenado,
............................................. ya vuelo
............................................. más huella que sal.
4 comentarios:
qué hermosura, Eloy.., ¡qué hermosura!
Felicidades, pero lo que me sale del alma es darte las gracias por haberlo escrito.
Un beso enorme
Mil gracias a ti, Sofía, por tu generosidad. Valoro mucho lo que te sale del alma.
ahí está el Mediterráneo acaparando las huellas, la propias y las ajenas,
rojo el cielo del verano, blanca la arena
(qué resista tu poesía, hermano, aunque queme las banderas)
Abrazo enorme, poeta
Convite
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Admirável. Harmonioso. Eu também estou montando um. Não tem as Cores e as Nuances do Vosso. Mas, confesso que é uma página, assim, meia que eclética. Hum... bem simples, quase Simplória. E outra vez lhe afirmo. Uma página autentica e independente. Estou lhe convidando a Visitar-me, e se possível Seguirmos juntos por Eles. Certamente estarei lá esperando por você, com o meu chapeuzinho em mãos ou na cabeça.
Insisto que vá Visitar-me, afinal, o que vale na Vida, são os elos de Amizade.
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