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Tú y yo deberíamos
nacer de nuevo y con prisa
por saltar los años impares
y llegar así seguros
al día anterior a lo acordado.
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En ese tiempo ensayaríamos
estrategias de mutua conquista
variaciones sustanciales de aquello
que no pudimos hacer
lo que no nos dejaron
la brevedad de los años
y la dureza que gastan
en las aceras las ciudades.
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Regresaríamos a esa playa
en la que una vez -¿te acuerdas?-
el pez globo nos miró a los ojos con descaro
pero esta vez con los cuerpos
afilados y rotundos del verano.
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Seríamos así, un tú y yo
distinto, más sabio, con menos
remiendos en las costuras
con la mirada limpia
de tormentos y diciembres
un tú y yo ecologista, un tú y yo
de flores en los labios y senderos.
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3 comentarios:
..."un tu y yo
de flores en los labios y senderos"
Muy bello.
muxus.
Hola, llegué a tu blog por un contacto, me pareció muy bueno. Voy a seguirte.
Aprovecho la oportunidad para invitarte al mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Así es la vida y el amor una sucesión de muertes y renacimientos. Sería ideal ser capaces de disfrutar con la nueva energía de cada renacimiento y no atascarnos en los duelos de cada muerte. Un poema precioso, Eloy.
Un beso que renace cada día
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