miércoles, 19 de febrero de 2014

Todavía el invierno


todavía el invierno
copula con las bestias
también
en esta tierra de hachas
del hemisferio norte
ofrecida como despojo
a la posibilidad de una utopía

yo me descubro omnívoro
en el tiempo de un solo vegetal

tengo envidia de mar
deseo de mar
necesidad de mar
de mar
en todas las voces
en todo el amor que solo el mar
es capaz de devolvernos

me aletargo caracol emigro
hacia el sueño que recreo
desde la escalera diminuta
de mi no vida

desde el día que me envuelve
como líneas quebradas
lindando en superficies
huérfanas de lugar común
un parentesco perdido
en algún viejo hangar
como río de lava
que no desemboca

pintaré de naranja
las paredes desconchadas
del hogar vacío
con las uñas más osadas
arrancaré la mugre
que se incrusta en estas lágrimas
que no quieren partir

y volveré al tiempo en el que
un hombro será esa clase de piel
y huesos ese magma creciente
en que encontraros
ya más niño
en el sueño manantial
del que brota este agua humilde
que no desemboca


2 comentarios:

Tomás Rivero dijo...

Ya sabes que cuando escribes un buen poema me tienes incondicional y categórico. Y devoto.

Abrazo, Eloy.

María Socorro Luis dijo...


Digo como Tomás. Contigo en el poema.

Besos, Eloy, siempre