domingo, 6 de octubre de 2013

quiero asesinar a todas las libélulas



quiero asesinar a todas las libélulas
levantar una pira de mariposas azules
si es que existen las mariposas azules
y prenderla con la yesca de cien mil catorce amapolas
ungirme de barro negro quiero ahora
beber gin tonic sin tonic hasta evitar
este calor frondoso y calvo que emana octubre

llover hasta decir basta y volver a llover
sembrar de púas las gafas negras
quemar un tribunal de justicia como si fuera un cajero
y regar la más dulce flama purificadora
con el agua ambarina que ha recorrido mi cuerpo
decir adiós a todo ser sobórquico
memorista, convergente, cebolláqueo,
morboplático, epicunista, corazonígeno,
pasivista, idioteico, estulítico,
televariento, miserotólico,
catolástico, esclerpento,
mondador de esperanza.



9 comentarios:

María Gladys Estévez dijo...

Te aseguro que hay mariposas azules..
Mucha fuerza trasmite tu poema.
Un abrazo.

Noris Marcia dijo...

Y si las ves, dejame saber donde habitan las azulejas...Un buen poemas. Gracias por compartirlo.

eloy dijo...

Aniagua, yo solo las leo en algunos poemas de dudosa calidad.
Gracias por tus palabras. Otro abrazo para ti

leolo dijo...

Si las veo, les dedico un poema, Noris. Gracias a ti.

Gino Ginoris dijo...

Algunos cultivadores de insectos celestes pedirán a gritos un diccionario y luego, pedirán tu cabeza en cualquier plaza, en cualquier sitio.
Abrazo.

María Socorro Luis dijo...

Me gusta tu poema, Eloy, pero por favor déjame las libélulas y las mariposas azules... Aunque solo estén en mis poemas.

Abrazo, a pesar.

leolo dijo...

Jajaja, Gino, no había pensado en eso. Aprovecho para reivindicar el uso poético del escarabajo, la oruga y el ciempiés.

leolo dijo...

Soco, después de este poema ya me he quedado a gusto. Prometo no tocar más libélulas y mariposas azules.
Abrazo, poeta.

Isabel Expósito dijo...

¡Qué arda todo, lo bueno y lo malo, que arda! para que luego, la lluvia arrastre los desechos y empecemos de nuevo. Intensos, gráficos, certeros versos.