miércoles, 9 de octubre de 2013

Entrevistado en el Rick`s Café




Navega el Rick´s Café hasta Castellón de la Plana para entrevistar a Eloy Sánchez Guallart por la publicación de su poemario Manifiesto asténico (Ediciones Urania). Por cierto que el título es pura ironía. Hablamos con Eloy acerca de los asuntos humanos que trata en sus versos, el amor y el desamor, las injusticias de nuestro tiempo, la bella luz del Mediterráneo. Invoca al sentimiento amoroso como la mejor terapia frente a las desilusiones sentimentales y a los avatares de la vida.
Lanza Eloy un mensaje de lucha comprometida y constante frente a aquellos que desde hace décadas han querido que las personas estén sometidas a sus intereses.
¿Cómo propones superar el desamor?
No soy nadie para proponer soluciones, yo solo escribo poemas; y tal vez sea esa una buena opción: escribir poemas. No obstante, y aunque suene como una perogrullada, ante el desamor, dar amor. El amor es el sentimiento primario, el que mueve el mecanismo que nos hace ser personas. Todas las acciones, las emociones, se sitúan en la esfera del amor, que puede que se pueda explicar a través de reacciones químicas, pero es la química que nos sustenta.
¿Qué actitudes, comportamientos y valores propones para que la resistencia dé frutos?
La resistencia no es más que deseo de avanzar, de mejorar, de que el ser humano pueda llegar a desarrollar todo su potencial. Frente al sistema que nos quiere unívocos, estáticos, pegados uno a uno como masa, rutinarios, hay que oponer el movimiento, el cuestionamiento siempre, y sobre todo luchar por la dignidad. Para mantener la esperanza en el cambio hay que intentar ser imprescindibles y luchar todos los días como decía Brecht. Y esa lucha es un cara a cara con el enemigo, día a día, donde no se puede bajar la guardia ni hacer concesiones. Nos va la humanidad en ello.
¿Cómo son los Diálogos en primera persona con la amada?
Esos diálogos son bucles instintivos de pensamientos, una verbalización mental que busca, sin encontrar,la palabra precisa, la sonrisa perfecta, como en aquella canción de Silvio Rodríguez. La relación de pareja es un arduo trabajo sin vacaciones en el que descubrir y descubrirse, en el que la desnudez debe ser el estado natural, aunque de esa manera las heridas puedan ser más dolorosas.
¿Qué siente uno cuando es rechazado?
Como animales sociales que somos buscamos la aceptación, el ser en tanto somos con otros, nos identificamos por nuestra pertenencia a, y a partir de la diferenciación y del compartir vamos creando nuestra propia identidad. El rechazo puede ser de muchos tipos, pero siempre provoca esa angustia deno ser, de no saber quién somos frente al otro.
¿Por qué el amor es el único manual de supervivencia?
Me viene a la mente el precioso final de la película de Krzysztof Kieslowski, Trois couleurs: Blue, con la música fantástica de Zbigniew Preissner, cantada en griego por el coro un fragmento de la 1ª Carta del Apóstol Santiago a los Corintios que acaba diciendo tras cada estrofa: pero sin amor, no soy nada. Y yo estoy muy alejado de lo que representa el catolicismo, pero creo en el amor, así, como sentimiento amplio de dar y recibir amor como la principal fuente de la vida, y en este aquí y ahora en el que vivimos es todo un sentimiento revolucionario.
¿Cómo son los pasos secos?
Los pasos secos son aquellos que no dejan huella en el camino, esos cuyo sonido ahoga la rutina de nuestro día a día en el siglo XXI. En esta sociedad que va limando nuestras aristas desde que nacemos con más rapidez que la del mar erosionando una roca, los pasos van perdiendo progresivamente su chasquido. Necesitamos muchos árboles que alfombren de hojas nuestros pasos para que no lleguen nunca a ser como el sonido marcial de un ejército.
¿Cómo es el paraíso tropical que anhelas?
Es apenas una construcción mental y como tal, un imposible. Un lugar en el que la economía no sea el motor de la acción, en el que la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, sean algo más que palabras rimbombantes sin contenido en bocas equivocadas. Un lugar inexistente hacia el que deberíamos estar en camino, aunque bien visto, los que dirigen la manada son unos asesinos que nos conducen al abismo.
¿Quiénes son los agoreros que anuncian la hecatombe?
En estos tiempos en los que a tantos políticos se les llena la boca con la palabra crisis, con toda una serie de expresiones (no olvidemos el enorme poder del lenguaje) que vienen para inculcar el miedo en el ciudadano. El miedo como instrumento de control social que atenaza y lleva a la inacción. Esos agoreros que nos quieren asustados ante un porvenir incierto, para sí lanzar los dardos del neoliberalismo económico más atroz, del capitalismo depredador que anule conciencias.
¿Cómo vencer a esos agoreros?
Desde la contestación y el compromiso, siempre, desde la unidad, frente a estas políticas que niegan el ser humano. Desde el movimiento social de base, organizado y solidario. Desde el comportamiento individual de cada persona convencida de que puede cambiar el mundo. Desde el no mirar hacia otro lado sino implicarse y protestar y salir cada vez que sea necesario a reclamar lo que se cree justo.
Sobre qué te gustaría hablar que no hayamos hablado.
Veo que no hemos hablado de poesía, o tal vez sí, porque la poesía es un estado de ánimo y un modo de expresión, una forma de mirar al mundo con la pretensión de abarcarlo y comprenderlo, aunque al final el desconcierto sea la única certeza. Y yo, como Celaya, maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales. Desde ese punto de vista no hemos hecho otra cosa que hablar de poesía.

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