lunes, 1 de abril de 2013

Pez globo (II)




Un refugio anti-astenia es mi coche negro
30 minutos arrancados al santo sopor de un jueves laborable.

Si cantan los pájaros debe ser primavera.
También aquí.

Pero en los bolsillos óxido
de puertas que perfilan
su distancia ante el marco protector.

Nunca vi un horizonte tan quebrado
oscilante en temperaturas extremas
y aunque sepa
colocar a Chipre en un mapa
(mudo)
necesito escuchar otra vez
en el MP3
aquella canción de The Walkabouts
con la que sonreiría sin arrugas
y volvería a ser aquel hombre afortunado
en aquella playa cubista
donde el pez globo nos miró una vez
con los ojos pinchados por esquirlas de pinos.



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