A quien pueda interesar
Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni
medida
…
Indeseable
No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de
edad.
Provengo de un país que ya no
existe.
Mis papeles no están en
orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de
admisión.
Cancelaron mi puesto en la
gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para
siempre.
Carezco por completo de
influencias.
Llevo aquí en este mundo
largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya
es hora
de callarme y hundirme en la basura.
…
Fin de siglo
«La sangre derramada clama
venganza».
Y la venganza no puede
engendrar
sino más sangre derramada
¿Quién soy:
el guarda de mi hermano o
aquel
a quien adiestraron
para aceptar la muerte de los
demás,
no la propia muerte?
¿A nombre de qué puedo
condenar a muerte
a otros por lo que son o
piensan?
Pero ¿cómo dejar impunes
la tortura o el genocidio o
el matar de hambre?
No quiero nada para mí:
sólo anhelo
lo posible imposible:
un mundo sin víctimas.
Cómo lograrlo no está en mi
poder;
escapa a mi pequeñez, a mi
pobre intento
de vaciar el mar de sangre
que es nuestro siglo
con el cuenco trémulo de la
mano
Mientras escribo llega el
crepúsculo
cerca de mí los gritos que no
han cesado
no me dejan cerrar los ojos
…
Dichterliebe
La poesía tiene una sola
realidad: el sufrimiento.
Baudelaire lo atestigua,
Ovidio aprobaría
afirmaciones semejantes.
Y esto por otra parte
garantiza
la supervivencia amenazada de
un arte
que pocos leen y al parecer
muchos detestan,
como una enfermedad de la
conciencia, un regazo
de tiempos anteriores a los
nuestros,
cuando la ciencia cree
disfrutar
del monopolio entero de la
magia.
José Emilio Pacheco
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