lunes, 22 de abril de 2013

El sueño circular



El primer verso es un elogio a esta forma
curva de irnos descubriendo. A la pereza
que nos ata con  el fluir incierto
de una carrera de caracoles.

Contemplarte en mi insomnio
divagante tu carne plácidamente intocable
ese trecho tan mínimo de sábana horizonte
de arrugas de noche y frenos en el último instante
que evitan el contacto. Tú luz que abres
de vida la vida en mis enzimas. Cuadernos
sin pauta a seguir. Por fin el sol lanza
un acertijo en tus plantas de exterior. 
Sin viento que nos redunde
y aumente con su lente las descripciones más extenuantes
los silencios que lo son por falta de salida.

Todos los blues tienen un tren que no hemos tomado
Y hay flores extrañas en las aceras
cuyo nombre desconoces. Agua
para la sed de tu vientre y un verano
que lleva la luz de lugares que han sido los paisajes
por los que nos hemos cruzado en más de una vida.
Tú con los siempre de la mano. Yo despistado
mirando hacia otro lado
como si el encuentro no estuviera escrito en el primer verso
aquel que habla de esa forma
tan nuestra de descubrirnos lejanos
los ojos rebosantes
de mar.





1 comentario:

María Socorro Luis dijo...


Precioso.
Maravillosa la última estrofa

..."tú con los siempre de la mano. yo despistado,
mirando hacia otro lado..."

Besos.