sábado, 26 de enero de 2013

Blogueando: 2 poemas de Toño Benavides



Planes contra el vendaval





Nos creemos calzados de futuro
con las botas de siete leguas
y un pie al otro lado de la frontera,
caladero de fortunas, Jaujas de aurora boreal
para gatos con talento y sonrisa de carnet
que han visto al rey desnudo.
Traducimos nuestros nombres al inglés
y comemos entre horas
y follamos a toda velocidad
para ir donde llegan los trenes
que estamos perdiendo.
Escuchamos el rumor del agua
en ese valle al otro lado del bosque,
agitamos banderas muertas
por falta de aires nuevos
y discutimos por el bien de aquellos
que aspiran a la vida del corral.
Llega tarde, ingenua y verde
la noche-niebla de la esperanza.
Trazamos planes audaces contra el vendaval
liados con tabaco y esmerado papel de arroz,
colgados del abismo a las seis y media
en las manecillas de un reloj parado.
Y el cuerpo entero se desmorona en treguas
atrapado en la cerrajería de los días.
Mañana ya nos amaneció dormidos.

...

En el fin del mundo



Se nos hace de noche madrugando.
La cama caliente se despereza naranja.
Duermes en el contraluz de una ventana
sorprendida por farolas que despiertan
la nada-niebla del fin del mundo.
Hay una desbandada low-cost en todas direcciones
con el viento en contra y las maletas vacías.
Tengo los bolsillos vueltos del revés,
conozco la fortuna y el fracaso
y descansan enterrados en la misma tumba.
Alarma silenciosa.
Trata de no perder pie en este baile
mientas cruzamos la ciudad
y trazamos planes de supervivencia
bajo los árboles de un paseo dormido.
Tenemos un largo camino por delante nena.
En alguna parte nos esperan amigos que no conocemos
allí donde los trenes llegan de noche.
Una enfermera abraza su propia cintura, fuma
hacia lo alto y lo alto calla.
Sésamo cansado guarda el sueño de los quirófanos.
Diciembre agoniza entre luces de colores,
enfermo de tinta roja en sábanas blancas.
La Navidad corona de espinas
el ir y venir de siempre a menos.
Nos han robado la nieve
y nos han dejado el frío.
Protesta la calle.
El día no espera otra hora
que el fin de la jornada
o el café de los pulcros abogados
cortados a la medida, perchas
de sus propios trajes.
Tenemos un largo camino por delante nena.
En alguna parte nos esperan amigos que no conocemos
allí donde los trenes llegan de noche.
Hay miles de zapatos como ataúdes
con piscina y vistas al campo de golf
que caminan vacíos por las aceras
en busca de algún soñador descalzo
sin hipoteca ni planes de futuro.
Los niños pasean a sus padres por el parque
y hablan con ellos en el lenguaje de los perros
cuando quieren hacerse entender.
En los pasos de peatones
los coches levantan hojas muertas.
El futuro es un paisaje pintado por un niño
que sonríe esperando a los Reyes Magos
en el punto ciego de la vista cansada,
sumido en el desconcierto,
gritando como un payaso mudo.
Tenemos un largo camino por delante nena.
En alguna parte nos esperan amigos que no conocemos
allí donde los trenes llegan de noche.







1 comentario:

Anónimo dijo...
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