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La mujer del abrigo negro y las botas negras
sale del taxi y da un portazo
que resuena en los años que no serán más
esa nostalgia de cuando se miran las fotos.
El viento le recuerda que aún le quedan las ganas
de pisar los charcos tras la última tormenta.
Los neones en el agua pintados le guiñan
sus reflejos como un cómplice amigo inesperado.
En esta soledad de ahora se siente acompañada
pero ha perdido en la boca la calidad del labio,
el ebrio deseo de abrir la puerta y esperar
el abrazo advenedizo, la mirada urgente reflejada.
Abre la cancela del apartamento, y un olor
a temporada baja le saluda insolente.
Son las grietas con que el desamor se ha incrustado
en el vaivén extraño de estos meses.
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8 comentarios:
El olor a temporada baja le saluda insolente...
qué bajonazo, no?
Es mejor que vuelvan las ganas de pisar los charcos, yo cerraría la puerta y saldría a la calle de nuevo
Besos
Cita
Cuanta nostalgia, pero todo pasa y el sol ha salido. Hoy es un día para desgastarlo, adelante...
Te abrazo largo
Magníficamente reflejado el desamor y la nostalgia; tus poemas mejoran cada día.
Enhorabuena.
Precios, Eloy, esa insolencia "de la temporada baja" casi obscena e irreverente se clava como una bofetada.
Besos.
Como vernos reflejados en el barniz de las cosas y darnos cuenta de lo que hemos perdido al notar que la sonrisa ya nos sale de otra manera. Sutil tristeza tiene tu logrado poema.
Un abrazo
Coincido con todos los amigos que te han comentado Eloy, poema logradísimo, donde el desamor llega a través de imágenes casi fotográficas, tanto visuales son tus versos.
Enhorabuena y un abrazo.
Leo
Me gusta la manera en que has efocado la soledad.
Es original y lleva tu sello personal.
Un abrazo.
Quise decir enfocado", perdón.
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