jueves, 2 de febrero de 2017

[En este azar pautado]




En este azar pautado
los colores de la tarde
serpentean sobre las grises azoteas
y ponen luz a la tristeza de las tapias.


Es un lienzo el pecho de los hijos
son sus manos arquitectas patrañas
contempladas desde el final.


Pero en el almíbar de máquinas ingenuas
rebosa un poso de luz sin labios secos
y en la ciudad a veces
se puede dormir casi sin miedo
de vengadores de dientes cuarteados.


Nos dirán que la vida
era de los otros
amanecerá grave en la isla
que nos retuvo aquellos años
sin prisa ni deseo
como cuando nacimos.



2 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Siempre bella tu poética. Siempre aplausos.

y abrazo

leolo dijo...

Agradecido, Soco.
Otro abrazo