martes, 21 de abril de 2015

Retahila


Costaleros de peana armada hasta las manos
brava especie que se encumbra
de collares encendidos
decoloran crucifijos
como si fueran pana inglesa
en sastrería erguida
modelos doble-cuerpo para escenas
subidas de adrenalina
o cocodrilos siameses y albinos
a punto de desmembrarse.

Hemiciclo supurando torniquetes
por vías de sangre manando en las mentiras
de los puntos muertos que equilibran un país
varado su toque de queda en alcohol barato
viaductos libres de barandilla
para suicidas melancólicamente
desahuciados al gris como ausencia
de color tan lejos de la vida que rezuma
inutilidades del gesto lunas hambrientas
con la cara de un buey
rociando su nervadura.

La necedad está atrayendo acróbatas
hacia la dureza zafia del cemento.
Sus trajes caros se ensucian de palabras
sus cuerdas huecas están llegando
a la llaga y parasitan despacio.

El emperador está vestido
con una invisible armadura antipersonas.
Y hay setenta y  cuatro balas de madera
apuntando a la pantalla.





1 comentario:

Samuel dijo...

¡Enhorabuena, Eloy!
Y el título, precioso.

Saludos