Insomnio. Ojos como
platos. Omoplatos blandos. Caigo desde la azotea y me rompí un
botón. El sueño me abandona por la izquierda y todo se vuelve real
y poliédrico. Sirenas en fuga, voces a veces en sitios. Campanadas.
Cada hora es una duda: dos cuatros no pueden seguirse, sucesivos.
Decía en un libro: La noche es un manto horizontal / de chirridos y
preguntas. Y yo era el poeta que tenía un nombre en la portada y las
letras eran negras y difusas. Pero insomnio. A partes iguales, a
cuánto el kilo, al fin y al cabo, a los que están durmiendo y no
yo.
2 comentarios:
...y es que a uno no le deja dormir la responsabilidad de un poema, de un libro.. Y de paso un verso que no encaja usando el presente de la caída con deseos de pasado:
"Caigo desde la azotea y me rompí un botón."
Abrazos, Eloy.
la noche es lienzo fortuito , quien sabe de él , lo aprovecha
( he pasado mucho tiempo escribiendo poemas de noche, es cuando mejor se destila la palabra)
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