sábado, 28 de enero de 2012

Si llegaras


¿Y si llegaras gacela, viento andino
incendiando un continente de heridas ancestrales?

Y llegaras boreal, aurora polar sin ornamentos,
sola, carne incandescente nevando tropicales
industrias de armamento, llegaras a mí
sin días de mundo en la osamenta, sin
flores de plástico que destiñan
aranceles de cemento disecado
en un sudeste de cálidos andenes
un jueves sin joroba en la semana.

¿Y si llegaras no séis no nueve
sino entre dos y diez y hasta sesenta?

sin manchas de tiempo en la mirada
desnuda de ciudades y untadas
de bosque las manos inventando
un lenguaje como quien descubre el fuego
sin conocer la existencia del paisaje.

¿Y si llegaras con los hangares vacíos
descosidos calendarios con jirones
de tiempo aniquilando la nostalgia y las distancias?

y llegaras monzónica implacable
hasta exterminio, llegaras a ondularme
hacia el estrépito, húmedo intangible
del vegetal preñado en savia tuya.



jueves, 26 de enero de 2012

justicia



Cuando la Justicia pierde
su inicial mayúscula y alcanza
la proporción de un vulgar eufemismo,
hay una uña negra que se astilla,
un cansancio repetido en el café,
una rabia más a que aferrarse,
la sombra de un anodino tumor
en todos
............ los ciudadanos
................................... de este
.............................................. puto país.


martes, 24 de enero de 2012

Melancolía*






Abarco la certidumbre de un planeta dulcemente nombrado
en trayectoria elíptica orbital.

Intuyo una luna doble tras el dintel
de una noche americana.

Extraigo rasgos de un armazón bipolar
ovillo de branquias atenazando a la valkiria.

Llueven pájaros en mi sueño recortado.

Vislumbro un futuro en mujer.

Retumba mi apocalipsis-corazón.



(inspirado en la película Melancolía (Lars Von Trier, 2011)



domingo, 22 de enero de 2012

Everybody Knows


Viajamos en naves de madera hacia el colapso
-dirán
los que nos sobrevivan-
por no haber manchado de barro las calles,
por no habernos manchado de barro en las calles
ni gritar el grito que punzaba en lo hondo
de las gargantas secas.

Yo me iré
a un lugar donde la memoria no tiene memoria.
Dejad al menos
a los hijos de mis hijos
una lanza para la rebeldía.




viernes, 20 de enero de 2012

Blogueando: los folios grapados de Tomás Rivero




Jinetes


Altivos jinetes cabalgaron de nuevo
los vi cruzar las arenas
ataviados de adanes
engalanadas monturas
sobre verticales camellos
sus pezuñas de almohadillas blancas
cruzando las dunas con la suavidad
de un sueño.
El sol de soleadas espumas.


Vi un amor puro sin el desgate
de lo cotidiano o lo obligatorio.
Algún espejismo.
Vi que a todos nos es dada la vida
y yo me puse marchito para ti.
Hermoso como una nube
arrasé las ciudades.
Otras noches vi. Otras lunas.

Amantes tiernísimos
con olor a manzana
se rozan en silencio,
como una suave brisa
mueve banderas o faldas
y blusas y camisas.
Y yo venía a veros enamorado
como un hortelano
va a su huerta
y cuida de que todo permanezca
en ese reciente y tierno verdor
en esa tibia noche
fresca y templada.
Cruzaron el desierto
amantes desnudos.
Y yo renuncié a ser feliz.




Tiempo y piedra

YO, hombre casado, harto de ser una piedra,
anémico y místico, modélico y pistacho,
de pálido a frugal,
depresivo y lleno de bárbara rutina,
en este occidente brutal y sanguinario,
he visto que te posabas, mirlo blanco,
utópico aleteo sin rumbo,
en mi desnudo hombro español,
que se prestó a extranjero,
excitado y ansioso de la cobaya dormida
que me ofrecían tus muslos.

Y como en un ocaso negro, hasta tu sexo baja,
la mirada turbia de mis cansados ojos.
Y tu mano también llegando, baja por mi muslo,
trágicamente se enreda en cruciales maniobras,
añade sal a la rutina blanda,
y logras que me sienta por dentro
como aquél hombre que un día perdí.

Pon cenizas en mi pecho, joven púber,
escribe con tu dedo sobre el polvo,
hazme un drama,
y dame tu sonrisa azul de seda íntima
ahora que visitas al bardo
curtido de tristezas,
cuarteado ya su cuero por cúmulos de arcillas
o viejas barricadas últimas,
trincheras que se inundaron de mi sangre.

Ahora que va la noche asentándose
en las cejas de mi frente,
pasa, mira, esta es mi casa;
aquí en el occidente muerto
hago los versos con la próstata
y tengo los sueños que mis ojos sueñan.
Pasa, ten, ¿qué quieres que te diga?
¿Qué cuento quieres que te cuente?
No, no te quites las ropas aún,
dame un beso en esta boca que ególatra
te pronuncia todavía,
ábrete los pechos como una virgen
y quita el miedo de mis labios.

Entra. Las puertas desquiciadas y vigorosas
de estas habitaciones amplias y vacías,
oscuras se cierran solas.

Tomás Rivero

folios grapados




martes, 17 de enero de 2012

Tantas muertes pequeñas


Tantas muertes pequeñas sin apertura en boca,
famélicas miradas perplejas.............................¿cuántas son?
¿Cuánta excepción puede aceptar una regla?

La horma se ha hecho sistema
y agrieta la calidad del ser que abrió
una vía hedonista en el mundo verano.
Ondas expanden hedor en los costados.
Abrazo antídoto para las nuevas costumbres.
Tantas las veces palabras
como cataclismo paranoia edulcorante
berrean subliminales en las retinas
de los árboles sumergidos.

Tan cerca de la unidad y de la fuerza
como de tijeras que ausentan ese crujir simétrico de arena
en olas renacidas
que erosiona hasta el hueso en la embestida
y hace correr ríos que nunca existieron.

Tanta moneda en el centro de las apáticas vidas
y un poste electrificado .................................. ¿cada cuántos hectómetros?

Las hileras pierden su condición vitalista
desde un plano cenital.

Tantos números venciendo la lágrima en un desahucio,
mintiendo en la triple joroba de un oasis
de turgentes palmeras y tanto
escombro escarnio expurgo tanta rabia.

Tantos árboles huérfanos de abrazo
y tan poca
................. la utilidad de un poema.


miércoles, 11 de enero de 2012

Habitación con vistas





Bailabas
en la cornisa
norte de un abeto.
Confundías
la polka y la mazurka.


Los minutos del sol
desataban tu equipaje
de vegetal efímero.


No llegó la línea alada
a curvar
el lugar breve
entre el manantial
y tu cintura de árbol fénix.


Desde las piedras más antiguas
refulgía
el festín pardo de los ríos.
Un fluir de limo
-saltamonte invernal-
alimentó los futuros
de sendas insumisas
en la vertiente umbría
de sus ojos.


Miríadas de estrellas
nos relataban.





domingo, 8 de enero de 2012

Cotidianeidades


Llamas
con voz de hojaldre
y seguro crujir de cremallera.

Yo abotono los goznes de la prisa
y simulo un firme movimiento metamórfico.

Tú, claridad de fuente campesina y alimento,
desarmando el sujeto establecido.
Los párpados, temblando como rehenes
del lenguaje no verbal con que nos vives.

Yo desando las horas anfibias
en que me domesticaron.
Fundo un bosque de helecho sencillo
y visto de sonrisa espléndida
mi rostro de bisagra.


Volveremos a claudicar mintiendo notas,
destapando las sábanas hasta el límite del frío.

Con ternura desprendida los sauces
estrenarán su función abrazadera
y un cielo mudo presentirá nuestra semilla
alabando los contornos con la lluvia.



martes, 3 de enero de 2012

La felicidad




La felicidad era un porche,
invierno
y un bosque
sin esquinas.
Sol como nutriente
y un cuerpo
en migración oportuna.
Sustento en el hogar,
ver arder los augurios
de mezquina estrechez
en la avaricia quemante
de una sutil chimenea.

La felicidad es una llama
de colores imposibles.
El tiempo detenido
entre el ir
y el llegar.