martes, 20 de septiembre de 2011

Limpieza general


Hoy me presiento brumoso,
desenfocado,
y este trapo verde
con lunes en las manchas
interroga a los estantes.

Me diluyo en amoníaco,
baldeo las persianas
negras. La erosión
difumina los contornos,
perfecciona las aristas,
salpica el amor de entresemana
con baldía escarcha
para la noche profunda
y la cancela cerrada.

Hoy me descubro escuálido,
odioso,
anegado.
Me deslizo insensible
a la química de los cuerpos celestes.
No sirven los días de coronas y flores
para inundar de pétalos secos
esta agonía diminuta
de estación inabarcable
y barcos sin horizonte
al que rendirse.
El verano de pereza y lentitud
acompasada, no sirve
cuando el tiempo
arrasa las cortinas
con su terca paleta de grises y guirnaldas
raídas a deshora.

Frotar con avidez inusitada
las ventanas con paisaje,
rendirse a la avaricia
de los días impares y
recordarle al amor
su torva condición
de extrema urgencia.



3 comentarios:

Odile dijo...

Si eres capaz de escribir poesía de algo tan mundamente doméstico, seguro que puede llegar a ser una delicia compartir contigo una limpieza general.

Un beso que quiere recuperar los días de coronas y flores

Anónimo dijo...

recordarle al amor
su torva condición
de extrema urgencia.

Estos versos son realmente "acojonantes"
y disculpa el término.
Un abrazo.
Gino.

María Socorro Luis dijo...

Tu poema es precioso en su totalidad.

Y sí, la poesía está ahí, en el cerquita, esperando a ser descubierta.

Abrazodeandarporcasa. * Soco