miércoles, 15 de septiembre de 2010

intitulado




cenefas de lluvia en la estación dorada
un corazón de lápiz pintado en un fósil corazón
.
trenes como disparos
suicidios como oficinas
ángeles como balas
cruzando sin miradas por las vías limpias del dolor
.
el amor en las esquinas deja posos en los vasos
y disuelve sus espinas en la borra del café
.
dos lágrimas en el mar flotan nerviosas
un suspiro es oxígeno y se incorpora
a la atmósfera insondable de los secretos
.
los latidos se aceleran ante el rapto otoñal de las metrópolis
solitarios, discontinuos, arrítmicos y raros
son tres estrellas las que oponen su luz a los neones
.
duele el dolor donde no hay sueño ni olvido
las horas ignoran la muerte del reloj
.
.
.
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1 comentario:

Odile dijo...

Miro por la ventana la lluvia caer y un olor a asfalto mojado me llena de nostalgia. El otoño está aquí.

Un beso de lluvia