jueves, 20 de junio de 2013

Tormentas necesarias


qué larga es la noche del siglo
tan anchas sus plumas
manchadas
de multitud ardiendo

la estaca que la sustenta
su imperio de cabezas desteñidas
multicéfalo
caballos flotando en avenidas
de un río
más ancho que la silueta de un relámpago

ahora
hay un tiempo que crece indivisible
rebosando furor por sus espumas
existiendo tan solo
para detener esta rueda
en la que no nos encontramos




2 comentarios:

Gino Ginoris dijo...

El hombre puede encontrarse, basta una chispa y la hoguera revienta.

Que bueno es leerte.
Abrazo.

María Socorro Luis dijo...


Qué larga la noche, y qué mañana mas incierto...

Hermoso poema para la ocasión

Besos