domingo

en la casa
el sol traza el tiempo
con un compás distinto

nos cruzamos
en la escalera desnudos
yo subo / mientras
tú bajas
 
y en el instante del roce detenido
demoramos el sexo
con una mirada oblicua
yo mordiéndote el labio
desde la distancia de un latido

después
demasiadas preguntas
pegadas al sudor que despiden dos cuerpos
cuando deciden
dedicarse sus dudas
mutuamente