La luz se ensancha
no cabe en las retinas del caminante
sale de plano
para evocar un paisaje
y como cuerpo celeste
se dilata en las esperas
rebota contra las rocas
ilumina los rostros con prolongado deleite
pinta el mar con el color del cielo
y se expande más allá de los segundos
m i l i m é t r i c a m e n t e
lo hace día tras día
son esas rutinas
la balsámica flor de nadie
en donde soy.
3 comentarios:
Yo también hace mucho tiempo que no te comento, querido Eloy. Permíteme hoy: Felicidades, caro (por querido y valioso) Poeta, en el día de tu obra.
Y qué mejor que dedicarlo a la luz con este poema.
Un beso y un abrazo
Lindo y luminoso, como esa primavera que nos llega.
Luz, mar y versos. Y besos.
"son esas rutinas
la balsámica flor de nadie
en donde soy"
Genial poeta.
Abrazo.
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