Hablo del frío abajo
y el lugar apátrida de un invierno
de nubes que adelgazan su cinismo
y tranvías que nunca se aproximan.
Del hombre pasmado y su sudario
la clara dentadura del que mira a un padre muerto
con su peso liberado de fogatas.
Hablo de los gamos comunes de Hiroshima
planteando su desprecio a subsistir
desde el lecho de un transporte colectivo hablo
con mis muertos cotidianos
los sin buenosdías ni taza aguada de café
ellos no me escuchan ellos
duermen demasiado.
Me refiero a un milenio en fase oral
a su frío descosido con desgana
a las manos hurgadas del que pierde
la dignidad y la palabra digo
con las fuerzas constantes que me sobran
digo ahora por no decir futuro
con una larva enquistada en la garganta.
con su peso liberado de fogatas.
Hablo de los gamos comunes de Hiroshima
planteando su desprecio a subsistir
desde el lecho de un transporte colectivo hablo
con mis muertos cotidianos
los sin buenosdías ni taza aguada de café
ellos no me escuchan ellos
duermen demasiado.
Me refiero a un milenio en fase oral
a su frío descosido con desgana
a las manos hurgadas del que pierde
la dignidad y la palabra digo
con las fuerzas constantes que me sobran
digo ahora por no decir futuro
con una larva enquistada en la garganta.
2 comentarios:
Gran poema, Eloy
...hablo del hoy desastroso y perverso que vivimos. Y presiento el mañana, acaso peor...
Anhorabuena y abrazo
una broma de blogger, el anónimo soy yo
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