domingo, 29 de mayo de 2011

abecedario

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toco tu pelo ejército de sirenas,
tu nuca madeja de vientos
y quiero abrazarte con bravura,
abrazarnos de frente y sin misterio
como a un campo de amapola en la cuneta

saberte irreductible y estrujarte
quiero, regresar a tu niñez y acompañarte
a recoger esas lágrimas que olvidaste
en el cuarto cajón junto a los sueños

y los meses te traen una prisa irreverente
que es un ansia sin brazos, una ingravidez sonora,
pero el niño que no eres te retorna en los combates
con la terca dureza de una piedra

no es la derrota la última compañera
si me miras con los ojos del que sabe
que el tiempo es un tren, acuático y con alas,
y en tu rostro nace un nuevo abecedario

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martes, 24 de mayo de 2011

Pretérito perfecto.

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Nosotros conocimos la generosa luz de la carne erguida,
la matinal dulzura del sol en las laderas.

El mundo era un efímero alimento, un magma
de soledad ilusa, la quimera de los elegidos.

La danza delgada de los ríos
se hizo amiga en los veranos,
aquella luz mediterránea reflejaba los naranjos en los trenes
y siempre había estaciones,
de indóciles andenes,
en los que no parar
porque el agujero era rosa,
tenía seis dimensiones y el tiempo
fue una construcción subjetiva anterior a las teorías

de la física cuántica,
un depósito de acero enaltecido
por la anchura avistada en los planetas. El Universo
era un arte en expansión,
un ente tan pequeño e infinito
como tu sexo y el mío.

Bajo el rojo candente de papilas golosas
dimos la espalda al dulce
con un mohín de indescifrable ironía.

Las horas
tomaron un papel equivocado y se alistaron
en las yertas filas enemigas.

Con cinismo infantil
y estudiado sarcasmo, acortamos el paso
y mirando hacia otro lado,
disimuladamente,
nos comimos los besos.



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viernes, 20 de mayo de 2011

Propagaciones.

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Propago una excursión a lo improbable,
un ejercicio de anónima cordura

como trinchera intangible acampada ante el poder,
un no definitivo, sin cangrejos ni complejos,
ni avestruz en los portales.

Insisto en dar la espalda como método de lucha
no ser farsa en esta comparsa -o es al revés?

pero que no quede en un nombre,
un logotipo, un póster, un eslogan,
una chapa en los ojales,
un yoestuveallí, una fecha
y una letra que la nombre,

no a la masa,
sí al diluvio.
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miércoles, 18 de mayo de 2011

Jam poética en la Nit de L'Art de Castellón.

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El pasado viernes 13 de Mayo, en el marco de la Nit de l'Art de Castellón, el colectivo Poetas sin sofá organizó una jam poética en la Librería Argot, en torno al I Centenario del nacimiento de Gabriel Celaya y al V Festival Internacional de Poesía "Palabra en el Mundo".

Os dejo con dos de los poemas de Celaya que leí aquella noche:



Todas las mañanas, cuando leo el periódico





Me asomo a mi agujero pequeñito.

Fuera suena el mundo, sus números, su prisa,

sus furias que dan a una su zumba y su lamento.

Y escucho. No lo entiendo.

Los hombres amarillos, los negros o los blancos,

la Bolsa, las escuadras, los partidos, la guerra:

largas filas de hombres cayendo de uno en uno.

Los cuento. No lo entiendo.

Levantan sus banderas, sus sonrisas, sus dientes,

sus tanques, su avaricia, sus cáculos sus vientres,

y una belleza ofrece su sexo a la violencia.

Lo veo. No lo creo.

Yo tengo mi agujero oscuro y calentito,

Si miro hacia lo alto, veo un poco de cielo.

Puedo dormir, comer, soñar con Dios, rascarme.

El resto no lo entiendo.





Se trata de algo positivo


Hoy, por ejemplo, estoy más bien contento.
No sé bien las razones, pero por si acaso anoto:
Mi estómago funciona,
mis pulmones respiran,
mi sangre apresurada me empuja a crear poemas.
(Solamente -¡qué pena! no sé medir mis versos.)




Pero es igual, deliro: Rosa giratoria
que abres dentro mío un espacio absoluto,
noche con dos cabezasde cristal reluciente,
velocidades puras del iris y del oro.


(Solamente -¡qué pena!- estoy un poco loco.)

Mas es real, os digo, mi sentimiento virgen,
reales las palabras absurdas que aquí escribo,
real mi cuerpo firme,
mi pulso rojo y lleno,
la tierra que me crece y el aire en que yo crezco.
(Solamente -¡qué pena!- si vivo voy muriendo)






Gabriel Celaya (1945)









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lunes, 16 de mayo de 2011

Presentación del libro Mapa de Costas, de Marcelo Díaz.

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Nuestro estimado compañero en Poetas sin sofá y amigo Marcelo Díaz, acaba de publicar su nevo libro de poesía titulado Mapa de costas. El pasado Domingo 8 de Mayo lo presentó y firmó ejemplares en la Feria del Libro de Castellón. Además nos regaló la lectura de algunos de esos poemas. Aquí os dejo una muestra de ese magnífico poemario:


Que me mires con los modos de la lluvia,
ese instante de rama que intenta volar
en su quietud de andamio;
que me digas con otras palabras no inventadas
algo inútil para no andar nocturno
y abierto en los ojos espectantes de las albas,
sería la conjunción que espero,
un yugo dulce como ala sobre el hombro.
Y quebrarías esta culminación torcida
que sucede deviniendo en ser y conocerme.





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En el principio de los días,
el hombre creó a los dioses plurales,
los nombró con sus miedos,
y sublimó sus hoscas cobardías.
Precoces y ávidos guisanderos freudianos
cocinaban una mitología asequible
hasta que a dios lo hicieron uno


una barba soberbia y sin piedad.


Esa conciencia devenida
en caligrafía hermosa de Evangelio,
que posaron después ya cerrado
en estantes sin acceso.
El polvo alumbró una teología enferma
inconexa con el Hombre semejante.
Ceremonia y oro conduciendo a la miseria
para ese pastoreo a los sumisos.
Una secta de célibes pronuncia La Escritura
con el dedo alzado de infundir miedo,
vaciando el hueco religioso sin respeto.

Ante el colapso de los dóciles creyentes,
los pregoneros escapan hurtando la vida.

Fuera del círculo del báculo y la tiara
los buenos brillan en sus ojos,
sus manos dan pan sin comprar cielo,
sienten en su pecho aquel libro guardado
y en silencio pronuncian con su mano lo escrito.








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jueves, 12 de mayo de 2011

los invitados

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llegan con los últimos destellos
a la casa de puertas abolidas,
el tiempo aún no conoce su epitafio
pero ellos hablan en lenguas extinguidas
y visten túnicas que traspasan el verano

hay espacios vacios en la estancia
en los que la tierra no convoca sus paisajes
donde los seres buscan su igual inacabado,
esa infértil utopía que simulan los encuentros
de los que ignoran la erosión de lo vivido

cada lugar es un derroche de siglos
cada invitado una fracción de una futil estratagema
y no hay demiurgo ni plan determinado
en esta casa sin sombras, veloz y luminosa
en la que habito con mis múltiples congéneres

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Primavera velada.

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lunes, 9 de mayo de 2011

Los pequeños pasos.

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En qué lugar alzar las manos
y despoblar el silencio
para decir a los malditos,
llega un día en que nosotros
con reposado andar, firme latido,
demos fe de lo que somos.

Dónde extender los gritos como sábanas,
llamas que se aúnan en una sola voz que extingue
la palabra enfangada, mercantil rehén de la gramática,
en puños de crispado metal y relámpago,
en cóleras que hielan hasta mancharse.

Qué hacer cuando la marea viaja en un solo sentido
con la mansedumbre pastoril de la goma lisa y el espanto que es
solo una imagen más, diez mil milisegundos, tal vez, al otro lado.

Cómo verter la rabia, cómo edificar la casa
abierta, bajo la pesadísima losa de esta oscura
tenaza que nos conforma.

Los notarios del miedo acosan, desde un Norte desnortado,
siembran la paranoia en las costillas silentes con la espuela y exportan
el mercado del amor como vida automática.

Habrá que arar la tierra estercolada
con ataque preventivo en inhóspito país,
no cerrar los ojos y volver a mirar hacia ese lado
sin narcótico mercurio y huesos, de tribal jerarquía.

Acaso el paso, leve pero seguro, la huella
pequeña, pero huella, el canto, infantil pero invencible,
el acto y el arte, la rutina falaz,


la resistencia.

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jueves, 5 de mayo de 2011

Fisiología cerebral.

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Mujer,
la fuerza con que nos vives
es el rumor de los ríos
remontando sus paisajes.

No temas
mujer
si en las neuronas hallas
brillos sincopados,
aparente panteísmo
sanador en sus sinapsis.

No hay huellas
pisoteadas
que antecedan al verano,
fluye el tiempo, manso
como estas nubes
ovíparas que reptan
tras los cristales negros,
tus ojos
desmadejando mayo
irrumpen
en las ventanas con flores y urbanismo,
y en los mapas las fronteras se diluyen
con pereza inusitada
y no hay tiro entre las sienes
que resista
la honestidad de tu encéfalo,
hipocampo valiente
impulsando la savia
que te lleva hacia el mañana.

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miércoles, 4 de mayo de 2011

Minutos musicales: Portishead.







Los dos primeros discos de Portishead son, hoy por hoy, dos clásicos de la música popular, dos obras que han ejercido una enorme influencia en toda la música posterior. Los de Bristol ostentan desde entonces un estatus de grupo de culto pese a la inactividad creativa que vino después.

En su música encontramos una perfecta conjunción de elementos orgánicos y electrónicos, mediante ritmos ralentizados, narcóticos y penetrantes, que parecen estar en permanente estado de ensoñación. En sus envolventes atmósferas, aparecen referencias de cine negro. Sus extrañas melodías suenan siempre impredecibles. Una rara belleza se apodera de las cadencias angustiosas -rotas por cortes rítmicos, scratches, samples- que declama la voz quejumbrosa de Beth Gibbons, como una Billie Holliday de la era de la electrónica. La cantante de Portishead puede sonar pasional y distante a un tiempo, fuego y hielo en el mismo vaso, ahogando quejidos y susurros.

En sus ritmos letárgicos hallamos ecos de Badalamenti y Morricone. sus profundas líneas de bajo nos inundan las entrañas. Geoff Barrow y Adrian Utley utilizan las canciones como puzzles. Crean, recortan, guardan y pegan con la maestría del mejor prestidigitador. Sus partituras de deep hip hop blues, soul, jazz, torch song, dub, electrónica, soundtracks... nos pueden llevar a las más abisales cimas de la desolación o acompañarnos en los días más felices de sol, amor y verano. Portishead, simplemente buena música.

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