martes, 28 de abril de 2020

Testigos



De sarcófago a terraza
de jaula a luz sedienta
que aplaude a los verdaderos
héroes de la vida al día.

De noche en lecturas alargadas
y días con soles de corazones
asumiendo el vértigo que es vivir
como mejilla que se ofrece al guante.

Viviendo en fin entre paredes de espanto
y ruinas que levantan una nueva quimera
con el amor y la conversación
testigos del momento estático
al que hemos sido lanzados
como marionetas sin hilos.




miércoles, 22 de abril de 2020

Puntos de calor en un mapa nocturno




La hecatombe se sirve en pedazos fríos
con mordaza de sosiego
pequeñas mantitas para los pies
y alambre seco en la mirada.
Suben a los mapas puntos de colores
los hermanos se tocan desde pantallas planas
trastean con las manos
las manos son hologramas de hastío.
Por la noche, superlunas y hospitales
blanquísimos pasillos en avenidas vacías
la espera poderosa del que no puede volver.

En notarías, en helicópteros, en cerrados cines
de verano, en bibliotecas públicas,
en hangares de ensueño, en flores
que no te di, en blancas
toallas de hotel, en mítines, en campos
de entrenamiento, en centros
privados de enseñanza, en rincones
tomados a la herrumbre, en conciertos
de pago, en antiguas ciudades imperiales,
en salas de desespero, en moteles
la soledad es una llama
que se propaga fértil.



martes, 14 de abril de 2020

Ohio


Lo que tenemos aquí es un reflejo
un edificio de finales de los 60
con una gasolinera en su vientre.

Luego está este sol ubicuo
para dar una imagen optimista
en la escena a los sonidos
triviales de febrero
y un plano cenital de un hombre
de edad media indefinible
apoyado en la pared desconchada
de una azotea clara mediterránea
un libro llamado Ohio recién abierto
y sus ojos como grapas
intentando la vista
un pantalón de pijama demasiado grande
sus dolores pequeños mano y pie
y un par de hojas manuscritas por un boli
en el que pone Hoteles Silken.

Todavía el poema es un esbozo
cuando aparece la palabra avión
como tantas veces
y el cielo es un lenguaje de señales.

El último vagón se abre por la página 17
en 2 horas emprenderá el camino estipulado
el aire de las 11:00 se impregna de urbanismo
el tiempo se estructura en casillas de madera.

Lo que tenemos es un prodigio a deshora
una carta blanca para no rendirse todavía
continuar el viaje sin saber
sí la última parada tiene nombre
de héroe de ciudad o de palabra.



martes, 7 de abril de 2020

Dictamen


Escucha lo tenue
lo que no se evapora
la levedad de este silencio
en la mañana repetida.
No estamos hechos para la técnica
-¿qué hay que hacer
cuando hay que hacer?-
escoge una opción
un formulario
escupe un aullido
un conato
emprende una acción
un proyecto.
Mira lo que tiene por piel la ciudad
mira este ciclo de las contradicciones
los siemprearriba
siempre
arriba.
Hay un árbol que nos precipita
y una nutriente de espinas en el daño.
Escucha ahora cómo el silencio muta
el batir de alas en los siemprevivos
la dureza seca
con que golpea la muerte.



sábado, 4 de abril de 2020

Parte meteorológico



El clima, siempre el clima,
con su cautiverio de espinas
y esa cara lavada como de jueves.
Repetición. Cumbre o nada.
En cualquier anónimo
lugar del mundo, una mujer
está limpiando de barro
la casa de los niños
y donde llega el tiempo
a rimar con la vida,
los insectos, esos enormes
colonizadores del vacío,
azuzan el viento que proclama,
bifurcan las raíces o trepan
a las siluetas del otoño.

Todo está en desorden.
La geografía del sueño
es una vasta región
que se desvanece.
Buscamos a ciegas
la mirada primera,
ese frío protector del norte
cuando se despereza.
En la mitad más alta
del iris abastecedor
están los recuerdos
de aquel cuerpo que resiste
el envite de ayer a deshora,
la ventana y la luz
del color esperanza del ocaso,
la fuente que mana primigenia
a golpes de mano tendida
y dos desconciertos
con los dedos enroscados
cresteando entre la multitud de un árbol.



miércoles, 1 de abril de 2020

Camino útil



Caminan. Alas sobre olas
en blanca estela.
Caminan botas, pisan
palmas que el viento escinde
rocas horadadas por el aire.
Voces de sal diáspora
nido vacío de esperas
en el acantilado de enfrente.
De vez en cuando un charco
los caminantes bordean el sendero
se pierden en ciudades nocturnas
en reservas naturales
se pierden los que andan
y sudan la espalda
y cambian de piel.
Miran al horizonte hendido
y una bala de viento
les cuartea la piel vencida.
Caminan juntos. Se buscan
en parajes que nunca pisaron.