jueves, 25 de abril de 2019

Siempre nos quedará París, Texas

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Seis notas de slide y un bostezo.
Respiro polvo comanche
mientras camino este sueño
ingrávido de dos lunas
en horizonte plano secuencia.
Los caballos rebeldes se reúnen
a la luz de hogueras tenues
en la gran noche americana.

Yo veo peces planos volar
por los voraces desiertos
de Arizona Dream.
Soy aun más flaco que Travis
más adusto y pendenciero.
Mis piernas son dos torres motoras
me llevan desde el silencio al poema
bordeando las highway y los drive in.

Me enamoré de Jane Henderson en 1986
en aquel cine que ahora
es un herbolario para pijos.
Del motel que ya no existe
queda una crónica por escribir
dos amantes dos espacios dos tiempos
la velocidad que marcara Ry Cooder.
Y del vestido rojo
tras el cristal de un peep-show en Houston
me llega tan solo
un recuerdo daltónico
una más de las huellas vitales
de quienes pasaron antes.

Ahora que amanece en cualquier
hipocampo del mundo
dejaré las llaves bajo la estera del porche
y pondré un cactus en la tumba
de Lucky Dean.



martes, 16 de abril de 2019

En febrero



El día se puso extraño con un anuncio de volcán
su traje de galleta y saliva
para despertar del sueño al escarabajo.
Con la tonada letanía de voz austera
febrero puso el sol en el esqueleto de unos labios
ávidos de bocas con que concretarse.
Aquella flor blanca perdió sus pétalos en el lejos
justo cuando el traslado de las sillas
alcanzó el ángulo descrito
por las sombras arcanas de nuestras constelaciones.
¡Qué extraña fluidez de tránsito! ¡Qué limón
tan excelso en su rutina! Qué otra noche
espera la huella, qué tanto, qué cuando, qué todo
cuál es la hora a la que dejar tributo?




martes, 9 de abril de 2019

Relato


Este es el relato:
caminamos paralelos
a la horizontal del mar
-son las tantas menos cuarto-
las manos no se tocan
hasta después del almuerzo.
El sol es un resquicio de calor
en nuestras nucas.
Nos embarcamos en buques varados
el salitre del tiempo nos golpea
a cada cambio de espumas.
El timbre de la luz crepita.
Nos acostamos sedientos
erosionados y bellos.




jueves, 4 de abril de 2019

Otro milagro



Luz nívea de nuevo ciclo
repetición de la hojas.
Claridad de recta alameda
uve de aves en el cielo escribiendo
el vínculo. Pronto las botas
de andar pronto
los trigales infinitos los
blancos almendros
la hora marchita ya blanca
de tanto menguar.
La umbría y la solana
los girasoles hambrientos
las curvas en la mirada
estaciones en las que albergarnos
pacientes insumisos
tensos viajantes hacia el barro
mano con mano
en defensa mutua.