sábado, 26 de septiembre de 2020

Todas mis manos tienen un decir

 Alcé una mano casi fértil

y toqué la colina estremecida
en el momento del presagio.
Desde el ocaso un matiz
se desprendía en haces.
El poema aun
no conocía sus palabras
era un antes todavía.



sábado, 19 de septiembre de 2020

No sé escribir el poema

 

No sé escribir el poema. Hay un árbol que reclama adjetivos y no responde al abrazo, un río con nombre de pájaro, un pájaro con el cuello naranja y un cielo retablo que huye a cada mirada que le prolonga, pero el poema no se presenta a la cita, elude su condición fugaz de presencia y desaparece cuando más lo necesito.




viernes, 4 de septiembre de 2020

La hora pactada

 

Toda la acción se desarrolla a la intemperie:
dos helechos domesticados
la violenta caricia del viento
sobre la quietud del ahora
la ciudad (lugar o trasunto)
anfiteatro desde el que los fantasmas
ejecutan su obra.
Una mujer intenta el sueño
pero su cabeza se prolonga
hacia el pensamiento en huida.
Otra mujer
10 años atrás
recoge en la azotea los restos
de lo que fue su herida.
La solidaridad del cielo las alumbra
sus piernas van
de la piedra al fuego
irremediablemente.
Todos sus habitantes
ensayan simulacros
nuevas formas de acceder al bucle
con la pisada derecha
y la tarjeta en el codo.
Se aíslan los sonidos no pactados.
Es la hora de estar juntos.
Me quedo en el umbral del huerto
en el que labras futuros.