viernes, 28 de diciembre de 2018

Se paró el día



Se ha parado el día de hoy.
Colores de la nada
van descendiendo al nivel del mar.
Productos de limpieza en las cornisas 
de las galerías del barrio.
Las hojas alfombran la ciudad desidia.
Los viajes se retrasan
por falta de humanidad.
Arcenes del tedio, autovías sumisas,
blackfridays en todos los escaparates.
Sueña un despertador
y nadie lo para. ¿Para qué?
Si el día se ha parado hoy
¿para qué el trabajo,
el amor, los límites
y todos los viceversas?
Los cacahuetes asados a la sal
con la cerveza tardía
¿para qué, para cuándo, para por
según, so, sobre, tras?
La palabra sentido
pierde todo su sentido
hoy que no llueve
ni sol ni viento ni calor o frío
ni hielo en neveras anónimas
para plantar islas
en vasos de una sola boca.
El límite de la ciudad no tiene nombre
ni la mujer que amamos una vez
y ya no es sonido de agua.
Tampoco hay pájaros que opongan
una nota discordante al poema
y la canción se ha parado en el minuto 2.
Demasiadas rayas
mucho desprecio por lo ajeno
habrá que establecer algún parámetro
que mueva la rueda.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Las puertas


El pasado convoca la apatía
una andanada de restos
esparcidos por la terraza de los días claros
patios llenos de despojos
mar desbocado contra alas.
La herencia es una carga de harapos
una demolición pospuesta cien veces
para los huérfanos que alquilamos el frío a deshora
cromosomas envasados carentes de vacío
voces víricas del ayer que resuenan
en los quicios de las puertas que ya no se pueden cerrar.



viernes, 14 de diciembre de 2018

Las cerezas del desamor


Dos horas en la cocina.
No es estación de cerezas.Tampoco 
saben igual y Menorca
está a más de un mes de nosotros.
Cansados de la noche corta y
de los horarios que reponen
la vida a trozos enlatados.
Ensalada de anchoas
y merluza con mayonesa.
Plátano o banana.
¿Cuál es el por qué
de aquella huida
que nos atenaza?
¿Con qué monosílabo
desayunaré mañana?
Mis labios tu refugio
mi refugio tus labios.
Cae un telón violeta.
Nos abrazamos
horizontales.
Hay calores
que nunca serán los mismos.



lunes, 10 de diciembre de 2018

No truco, no trato


Las niñas preadolescentes de la ciudad vampira
se disfrazan de doncellas ensangrentadas.
Sus piernas largas blancas apenas dibujadas de deseo
tienen frío. Los niños blancos
llaman a los timbres como si fueran soldados ocupantes
y en sus risas estúpidas están presentando el futuro.

En los media la violencia
se enaltece con disparos amarillos
directos a la frente ancha del ciudadano común.
La sangre es un color de pimientos y tomates
a años de plomo del cuchillo vinagre.
Los ciegos vuelven a incendiar un bosque de extrarradio,
crecen plantas carnívoras en las aceras con la sed de los dispuestos.
Desde la altura los drones homicidas
asesinan jóvenes con metáforas-mentiras.
Han entrado en tu casa. Han puesto el pie
en el quicio y un perro de porcelana les mira.
No hay truco. No hay trato. Tan solo
supervivientes alienados con plástico en sus arterias.


martes, 4 de diciembre de 2018

Luna de voraces



Esa mirada en el quicio
de la puerta entornada
a las 7:26 más o menos
y yo habitante incierto
de los días que te siguen
al paso de tus pies extensos
y qué más da 20 años
o si me quieres te quiero
qué importa lo pasado o perdido
el sueño imposible de ayer
nuestras manos expuestas
a la erosión del espacio
si yo veo que me miras
así desde tu tú más celeste
más creciente más en ti
más luna de voraces.