viernes, 28 de diciembre de 2018

Se paró el día



Se ha parado el día de hoy.
Colores de la nada
van descendiendo al nivel del mar.
Productos de limpieza en las cornisas 
de las galerías del barrio.
Las hojas alfombran la ciudad desidia.
Los viajes se retrasan
por falta de humanidad.
Arcenes del tedio, autovías sumisas,
blackfridays en todos los escaparates.
Sueña un despertador
y nadie lo para. ¿Para qué?
Si el día se ha parado hoy
¿para qué el trabajo,
el amor, los límites
y todos los viceversas?
Los cacahuetes asados a la sal
con la cerveza tardía
¿para qué, para cuándo, para por
según, so, sobre, tras?
La palabra sentido
pierde todo su sentido
hoy que no llueve
ni sol ni viento ni calor o frío
ni hielo en neveras anónimas
para plantar islas
en vasos de una sola boca.
El límite de la ciudad no tiene nombre
ni la mujer que amamos una vez
y ya no es sonido de agua.
Tampoco hay pájaros que opongan
una nota discordante al poema
y la canción se ha parado en el minuto 2.
Demasiadas rayas
mucho desprecio por lo ajeno
habrá que establecer algún parámetro
que mueva la rueda.

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