domingo, 8 de agosto de 2021

[La noche nos contempla]

 

La noche nos contempla
somos el fulgor en la deriva
el fénix que alisó las cenizas
con un manto de hojas secas.

Partimos en tres mitades
las llaves del amor
y nos lanzamos al río.
Hemos sido rehenes del ejercicio público y la tormenta
cuando el duelo consistía
en una batalla de cuerpos.

Amanece y nos asalta
una desgana respectiva
los alientos serpentean su aleluya
como si fueran animales disecados
y parece que la cama
es un camarote antiguo
de algún barco en los 80.

La noche nos exige
ser jóvenes perpetuos.
Nosotros acechamos al tiempo
desde la otra orilla en la ventana
sabiéndonos atletas ofuscados
en un trapecio que nadie miró.

Elegimos la apuesta más arriesgada
y ahora partimos de cero
en todas las derrotas.
Confundimos el placer
con la velocidad
a veces competimos
para llegar dignos y hermosos
náufragos con caña de pescar
y autoestima en brega
a las costas del sosiego.



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