Me
llega la primera reseña de Diario inacabado de una despedida (Ed.
Tigres de Papel). Joan
Pinardell hace
una lectura profunda, desgrana sus impresiones con una claridad
expositiva que le caracteriza y desde su gran corazón comparte el
cómo y el qué de unos poemas que son "Memoria sagrada que se
bate con la despedida. Esencia inmortal que lidia con el olvido y el
vacío."
Gracias,
Joan.
DIARIO
INACABADO DE UNA DESPEDIDA
DIARI INACABAT D'UN ADÉU
Eloy Sánchez Guallart
Edición bilingüe
Editorial Tigres de Papel
DIARI INACABAT D'UN ADÉU
Eloy Sánchez Guallart
Edición bilingüe
Editorial Tigres de Papel
“Ved
de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.”
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.”
Jorge Manrique
En
edición bilingüe y con una cuidada maquetación la Editorial Tigres
de Papel nos presenta el nuevo poemario de Eloy Sánchez Guallart,
autor de Manifiesto asténico, (su ópera prima) y de Como soles
patagónicos, poemarios ambos que fueron publicados por la Editorial
Unaria.
En
esta nueva obra, Eloy Sánchez Guallart, sin abandonar su riqueza de
imágenes, tan característica de su manera de decir, (siempre tan
dispuesto a lidiar con lo onírico-siempre expuesto a la revelación
instintiva y no menos colorista), se sumerge en una poesía íntima
cuyo sortilegio tiene como resultado un estremecedor equilibrio entre
la forma (la manera de decir) y el contenido (el sentido de lo
dicho).
Es
una poesía viva la de Eloy capaz de dilucidar los signos latentes
que esconde la cotidianeidad humana. Por eso desde este Diario
Inacabado, el poeta nos revela su dolor, tanto físico como
espiritual, su desesperación ante la sordidez de la sombra, de lo
borroso, de lo que se ha marchado aunque siga presente, la
perplejidad ante la futilidad de la vida, la violencia pasiva con que
la enfermedad rubrica el devenir humano, la desmemoria criminal que
asedia a los seres queridos condenándolos a ser meros objetos.
Desesperanza,
exasperación, enojo, son frutos de ese árbol que mira al otro
partir. Pero en la fragilidad desmemoriada de esas escuálidas ramas
cansadas encuentra el poeta el amparo de otros árboles. El consuelo
de sus recuerdos. La vida sigue siendo bosque, la vida se sostiene
con manzanas de amor, con limones de cariño, con almendras de
nostalgia que son como rosas/rocas de memoria y de esperanza que,
cada mañana, abren su corazón y lo tienden frente al mar, y eso es
algo que el poeta, ni quiere ni puede acertadamente en su obra,
obviar.
El
peso, el terrible peso del dolor ajeno, más pesado a veces que
incluso el propio, se confronta en el poemario con la amorosa ternura
que desprenden las cosas amenazadas. Y desde la fragilidad, el amor y
la evocación aparecen en la poesía de Eloy los atisbos de un
intento por asir lo que se escapa. Memoria sagrada que se bate con la
despedida. Esencia inmortal que lidia con el olvido y el vacío.
Joan Pinardell
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