martes, 6 de noviembre de 2018

Igual a nada



Acudo desnudo de prendas
a la penúltima llamada.
La habitación es un semillero de cansancio
con olores abiertos al disparo.
Planto en tu boca
mi carne arrebolada
y tu semisueño es un riff
deslabazado
en la hojablanca de mi semidía.
Arriba está la noche en desbandada
y la ducha en ángulo
de grados y gotas.
Todo es igual pero nada
debería ser lo mismo
a partir de ahora.




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