Kurt cambia de nombre cuando el topo acecha,
tiene un camaleón que come pomelo.
Kurt escribe la música que anida en su cabeza aristotélica.
Kurt se lava los pies y baja el periscopio,
chirría la luna y Kurt añade extrañas notas.
Kurt fábrica extraños instrumentos
con huesos de animales ya extinguidos
y trafica con canciones en un mercado alienígena.
Kurt se expande y se encierra, Kurt posee
siete discos de pizarra girando en un giroscopio
con tres moscas ensartadas en sus agujas de música.
Kurt escribe del revés y comienza por el fin,
Kurt no estuvo en Alabama, o sí?
Kurt anota law y dice low,
Kurt escribe sons y Lotte canta songs.
Kurt dirigió la orquesta nupcial en la boda de Alicia.
Kurt se siente raro en esta parte del mundo.
Kurt alza el telón y los conejos danzan,
el público aplaude con los pies más sucios
y un banjo se rompe en el patio de butacas.
Kurt pasea las calles mojadas de un Berlín que ya no existe,
mira a un lado y ve una fila
de hombres que avanzan, las manos en el aire
y un grito en la solapa:
Lorca ist unser Prinz.
Kurt abona los geranios cada noche
en la planta 237
de la Torre de la Canción.
Kurt se asoma a la laguna y un buzo
tuerto le hace señales de humo.
Explica a los peces la diferencia
entre acor deón y bando neón.
Su última canción, la de Kurt, será inacabada.
Kurt nació inmortal y morirá a los 50
con todos los dientes estables.
Nunca escuchará cantar a Mary Margaret O'Hara.
Kurt ha vuelto a la ciudad, al lugar del suceso.
Sentémonos. La platea está vacía
y hay dos gatos camuflados en el cuadro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario