jueves, 14 de julio de 2022

Como una revolución

 

Quería un sol abrazador
ser vegetal en las alturas
donde la nieve crece.

Quería una ausencia de viento
una pausa perfecta
entre dos aullidos.

Quería el vértigo amigo
en la sien cuando se despereza
y un labio como hoja nueva.

Se lo quedó todo en aquella
mañana de domingo.

Yo la veía
repartir el agua
establecer puentes
llamar a las montañas
por su nombre de montaña.

Después nos lavamos la cara
con las alas del cielo
y me dió un beso
titánico
como una revolución.


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