Han pasado ya
veinte días
uno detrás de otro
como una triste
procesión de procesionaria
y yo
no he escrito un poema
trancurren
los días lacios
casi intercambiables
salvo
por pequeños detalles
apenas entrevistos
por los ojos de un miope
ningún poema escrito
tan solo intentos fallidos
que reposan trizados
junto a las cáscaras de pipas
y algún plástico envasador de origen incierto.
Enero es una cuenta pendiente
los días pasan de largo
lo fueron todo y ahora
nadie los reclama
debería abrazarme al frío
que no llega
a mí como a los otros
no golpearme
con el canto armonioso
del armario en la cocina
sentarme de una vez por todas
a corregir resultados
y palabras que se escinden
y caducan sin el tiempo
pero yo no
yo no escribo un poema
porque observo a los pájaros
dando tumbos
pequeños
y rápidos saltitos
en la azotea
o miro al cielo
que crea una obradearte
y la borra
en cuestión de segundos
yo formo parte de este abismo
soy una mota
de vida menguante
mirando a un telescopio
cuatrocientas
noventaysiete horas
masomenos
sin escribir un poema
pero estoy mejor
de lo mío.
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