Volver al lugar donde nos nacieron
escenario de ruinas cuando
el poema
amuebla otra casa
ni una palabra grata
después de llamar pan
a la masa que fuego es
y es nada
una marca en la piel
en las espaldas mudas
sonido de contrabajo
sin posible olvido
ni pensión definitiva
Pagar la cuenta
sobre un río una tarde o un trapecio
-en los espejos más comunes
cruzan los barcos colgados
puentes de rojo descanso-
Y en este punto
del poema
exijo:
estamos cosidos a una misma daga
la que roza los arboles y golpea las puertas
del Poder
la que solloza la pobreza la sangre perdida
que sustenta adjetivo lúgubre
¿Cuantos libros aún serán precisos?
Las islas son hermosamente dignas
¿ Cuándo
hablará diciembre?
Saber distinguir una herramienta
de un mayordomo
se arrastra un tango
vagabundo de víveres en basura
hacia una mañana esplendorosa
que ilustra su historia al poema
como decir alondra escribir ausencia
y quedarse el verso con ganas
de arrojarlas
ahogadas en la hoja de la bruma
con las puertas cerradas desde dentro
3 comentarios:
Qué difícil comentar cuando el poema te arrasa la boca.
Hay que tener cuidado con algunos poemas. Bienvenida a lágrimas, Verónica.
Te arrasa la boca y te desborda el alma.
Contigo, poeta
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