viernes, 29 de mayo de 2015
Las bragas rojas
Volví para encontrarte en el mismo lugar.
Estabas. Las bragas rojas. La boca
trenzando versos estrechos.
Tres campanadas. Sonaban.
Lejos y en el centro del triángulo
vertido en su derroche.
La blancura en el hueco. Debaten
los cuerpos y rebajan el silencio
a la tensión del susurro.
La respiración. Corta. Segundos
que pierden la noción de su tiempo
hasta volverse incómodos.
Volumen. Volúmenes.
El movimiento se demuestra.
Nos demoramos sin freno. Eléctricos.
Dos imanes en una isla del sueño.
Así. Con los dedos voraces,
ávidos de aprender la piel
construimos el baluarte
efímero que nos santifica.
Blanco. Blanco.Blanco.
La noche es un adagio.
Durmamos.
miércoles, 20 de mayo de 2015
Egomanías
La
alteridad
es
una ecuación de fondo
con
una particular dificultad
en
despejar la incógnita adecuada
cuando
mi
ego eutrófico se entrega
atado
a poemas y manos.
El
fuelle no alenta la llama
en
parajes descompuestos
de
excesiva linealidad.
Hay
síntomas con ausencia de causa
circundando
mi autoimagen
expeditivas
fronteras
en
cuadros mal colgados
donde
insectos ensayan
nuevas
formas de mansedumbre.
Mientras
espero la palabra que me lave la cara
demoro
los detalles
rebano
las flores fortuitas del paisaje
tapo
los artificios que me declaran desierto
en
el autodefinido
del
periódico de ayer.
Estoy
intentando enhebrar el sueño
preguntando
a Gary Cooper por su nombre verdadero
o
planteando absurdas noticias en lugares
abstractos
de todo sueño. Escaleras imposibles
me
llevan a detonar la sed
cuando
abajo hay olas de calor humano
remontando
ríos por los que desciendo
a
velocidad de libélula o lagarto.
Flores
blancas recién cortadas y satélites
infinitamente
versados
me
acompañan y liberan la oscuridad de la noche.
Nuestro
silencio es un pacto:
el
amor después del amor.
miércoles, 13 de mayo de 2015
Minifalda
No es esa minifalda vaquera
que te acabas de comprar,
o sí, no es
el vestido que elijo
y te llevo al probador
sabiendo
que será la prenda
que te enamore hasta las venas.
Sea, tal vez,
este sol ansioso
de nuestra superficie blanca,
voraz e impertinente,
como nuestras soledades
mutuamente inabarcables,
y las ganas de ahogarnos
en sábanas desconocidas,
en pueblos donde la piedra
es una digna palabra no dicha.
La circularidad
del poema
me obliga
a regresar al inicio:
esa falda te sienta
tan bien
como la primavera a los almendros,
e imagino
el vestido
acariciando tu piel
como hace la yedra
en algunos parajes pintorescos.
viernes, 8 de mayo de 2015
Cancelar la nostalgia
Admites tacha
como espléndida oposición
al carro que tira
la luz
por pasillos varados
malolientes.
Abres las ventanas
opuestas a dos orillas
o mejor decir
abres corrientes del gris
a sarpullidos cobardes
anónima niebla
insanas hojas que se despedazan
en cintas transportadoras.
No culpes a nadie del desmoronamiento.
No eres inmortal. Aun
no lo eres. Aquí
la rabia carcelera no sirve para nada.
La ventana no funciona
si no abre.
Deberás tomar
destornillador
intentar una mañana práctica
a contraluz
como una bella fotografía
de la desolación.
Dejar la huella antes
que el zapato.
Preferir
a proferir.
Cancelar la nostalgia
que predice el futuro
como una losa
de rara belleza.
domingo, 3 de mayo de 2015
No debí dormirme aquella noche
No
debí dormirme aquella noche
cuando volviste de las calles
y eras casi mayo.
cuando volviste de las calles
y eras casi mayo.
En tu pelo y en
tu boca
se extraviaron mis límites.
se extraviaron mis límites.
Me
manché de ti
y no fui damnificado
por las líneas ondulantes
que te reconocían
tan bella y más mujer
que en las noches de agosto
de madrugada
junto a la ventana.
y no fui damnificado
por las líneas ondulantes
que te reconocían
tan bella y más mujer
que en las noches de agosto
de madrugada
junto a la ventana.
Ya ves
vuelvo a perder el tiempo
y tu cuerpo.
vuelvo a perder el tiempo
y tu cuerpo.
Ocurre
que la vida acaba
que la piel acaba
que las noches nunca son intercambiables.
que la vida acaba
que la piel acaba
que las noches nunca son intercambiables.
No debí dormirme
como otros tantos
los personajes afines
de una novela aparcada
en la página 36
como otros tantos
los personajes afines
de una novela aparcada
en la página 36
pero
tengo la edad de la hojarasca
y no me queda bien cualquier sombrero.
tengo la edad de la hojarasca
y no me queda bien cualquier sombrero.
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