Hay un grito que muerde en la miseria
y se sienta clandestinoen el banquete de los últimos tiranos.
Mancha con su sangre
los mármoles, las cortinas,todas las entrañas negras de los que
no duermen sin la súbita cruzdel arma que reluce y refleja
el oro y el odio, todo a una vez,sangre de arena y adobe que pide
la acción y la palabra, manosque construyan, no manos mutiladas.
A su lado medran hombres
de oscura cabellera, insania impune
y vil perfume, hombres
que se tracionan y traicionan,hombres que aterran los espejos
cuando reptan, alimañas de la muerte,siempre inflados de sí, el camuflaje en la frente,
insectos pútridos del poder, infames,beben sangre en los charcos que la sangre
va dejando, regueros que levantancolores en el gris hambriento de los gritos.
.
.,
Hay gritos que se clavan en el alma, Eloy, los gritos de los que no tienen voz.
ResponderEliminarTu poema es un grito lleno de fuerza, tus versos llegan y eso siempre lo aprecio.
Un abrazo.
Leo
Me ha gustado muchísimo la fuerza y sobretodo el mensaje que grita en cada letra, en cada espacio, en cada línea de tu poema
ResponderEliminarBesicoss
Ese grito se proclama la justicia, ya está bien de esa sangre oscura que tiñe la tierra con semejantes seres inhumanos.
ResponderEliminarQué bien contado ese grito, querido Eloy. Un poema creciente que a su paso va dejando el alma rasgada. Como ha de ser, poeta.
ResponderEliminarNecesitamos manos que construyan, no mutiladas.
Y poemas que lo griten así de bien, como este tuyo.
Besos. MIL
Eloy buscaba las palabras exactas y mira tú, qué cosas que las he encontrado en tu blog de cine.
ResponderEliminarSórdido lirismo.
;)
A mi, como a Amelia, me ha encantado lo de las manos. Son la mejor arma para gritar sin necesidad de abrir la boca.
ResponderEliminarBravo, Eloy.
Besos
Cita
Necesitamos poemas grito, poemas látigo que golpeen que hieran sin sangre. Poemas así. Enhorabuena, poeta.
ResponderEliminar.