entre la vida y el sueño, sube y baja el silencio.
.
.
.
.
no existen paraísos artificiales en tu hotel de luces
.
.
.
pasan nubes lentas y blancas sobre mares de cristal.
.
.
.
una luz vertical, mediterránea, peinada por un leve gregal de algas y mar.
.
.
.
cierro los ojos y no duermo, en el aire transparente, nada mejor que dejarse fluir por la tarde.
.
.
.
.
es inútil resistirse a la brisa cuando la prisa se ahoga en la piscina y el sol es de un azul inigualable.
.
.
.
.
todo encaja aquí y ahora
elogio de la pereza (II)
Joder Eloy!
ResponderEliminarUmmm...a mi me sobran las palabras...aunque las tuyas estén francamente bien puestas, y no molesten, todo lo contrario, son justas.
Preciosos los 3 elogios, no se lo monta Vd. nada mal Sr. Eloy...;-)
Un abrazo,
Kike
Mi querida amigo eloy perdona mi ausencia, pero siempre has estado en mi corazon, vengo de nuevo a compartir contigo tus hermosos post, que siempre me llegan al corazon
ResponderEliminarUn besito Rosa
Cuando te leo siento un balanceo que me resulta algo familiar. Y en esas fotos hay algo que me atrae. Tus perezas son impresionantes.
ResponderEliminarUn beso temiblemente perezoso
Maravillosa pereza, no hacer nada, uhm... No hacer nada, me encanta.
ResponderEliminarUn cariñito
Pues sí, es imposible resistirse a la pereza, y más si nos la describes así...Un beso
ResponderEliminarY la III...cada una de las fotos, cada una de tus palabras, son de una belleza incalculable.
ResponderEliminarQuería elegir una y no puedo...tal vez me quede, perezosa, debajo de la buganvilla...
Que dulzura! Es una muestra de sensaciones.
ResponderEliminarMe alegro haberte encontrado.
Besos