Las bragas rojas
Volví para encontrarte en el
mismo lugar.
Estabas. Las bragas rojas. La boca
trenzando
versos estrechos.
Tres campanadas.
Sonaban.
Lejos y en el centro del triángulo
vertido en su
derroche.
La blancura en el hueco.
Debaten
los cuerpos y rebajan el silencio
a la tensión del
susurro.
La respiración. Corta.
Segundos
que pierden la noción de su tiempo
hasta volverse
incómodos.
Volumen. Volúmenes.
El
movimiento se demuestra.
Nos demoramos sin freno. Eléctricos.
Dos
imanes en una isla del sueño.
Así. Con los dedos voraces,
ávidos
de aprender la piel
construimos el baluarte
efímero que nos
santifica.
Blanco. Blanco.Blanco.
La
noche es un adagio.
Durmamos.
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